El museo de Louvre de París, Francia, alberga pinturas, joyas y piedras preciosas, así como la obra de La Mona Lisa, la cual sufrió un robo que la catapultó a la fama mundial.

Corría el año de 1911 cuando un ladrón de origen italiano que trabajó en el museo de Louvre de París vio a La Mona Lisa como una oportunidad de “hacer patria” para su país.

Ante las pocas medidas de seguridad del museo parisino en ese entonces, decidió tomar el cuadro de La Mona Lisa de Leonardo da Vinci y llevárselo.

La historia tomó a los periódicos locales por sorpresa, quienes comenzaron a especular sobre el robo y origen de la pintura, lo que llevó a La Mona Lisa a ser mundialmente famosa.

El robo de La Mona Lisa en el Louvre señaló a famosos artistas como sospechosos

El robo a La Mona Lisa en 1911 fue cometido por Vincenzo Peruggia, un extrabajador de origen italiano del museo de Louvre quien al tener la misma ropa que los empleados, logró infiltrarse con facilidad.

Además, tiempo atrás Vicenzo Peruggia había instalado un vidrio de seguridad que protegía a La Mona Lisa, por lo que conocía su tamaño y las pocas medidas de seguridad del museo.

Al tener estas facilidades y —supuestamente— razones “patrióticas”, el italiano robó La Mona Lisa del Louvre de París.

Argumentando que Napoleón había robado la pintura de Italia y que su misión era regresarla a casa, pero La Mona Lisa en realidad fue comprada por Francisco I de Francia en el siglo XVI.

También, Peruggia aseguró haber sufrido actos de discriminación y racismo de parte de sus compañeros franceses.

Otras versiones apuntan a que sólo buscaba vender la pintura o que había sido “manipulado” por una persona de origen alemán para cometer el robo.

Mona Lisa en el Museo de Louvre

Antes de descubrir que Vincenzo Peruggia fue el ladrón de La Mona Lisa que estuvo desparecida por dos años, se acusaron a otros artistas del robo:

  • Guillaume Apollinaire, poeta a quien metieron a la cárcel por una semana pero era inocente
  • Pablo Picasso, pintor español quien también era inocente

Al tratar de describir el robo “con suerte” que llevó a La Mona Lisa a la fama, periódicos de la época comenzaron a inventar historias de su origen, así como el por qué había sido robada.

Lo anterior y que la gente visitaba el museo de Louvre solo para ver el hueco que dejó La Mona Lisa, fue lo que la hizo mundialmente famosa.