Las actividades humanas han causado gran daño a la Tierra, muestra de ello es el deshielo del Ártico, el aumento de la temperatura y la destrucción del hábitat de cientos de especies; esto solo por decir algunas a pesar de que aún existen varios escépticos del tema.

Un reciente estudio publicado en el Washington Post, ha demostrado que el Ártico está experimentando uno de los cambios más radicales que podría poner el peligro la vida en la Tierra, un cambio que se ha generado rápidamente: El deshielo del permafrost, una capa de hielo que se encuentra permanentemente congelado desde hace milenios y que hoy por hoy se está descongelado demasiado rápido.

El derretimiento de esta capa de hielo representa un peligro para la Tierra porque que se presentan emisiones de gases de efecto invernadero -como el dióxido de carbono y metano-, que aceleran el calentamiento; además el aumento del nivel del mar por el derretimiento de glaciares tanto en el Ártico como en Groenlandia, esto de acuerdo a la tarjeta de Informe Ártico 2019.

Dentro de este informe se detallan en precisión las emisiones de carbono que han estado calentando al planeta y propician el derretimiento del permafrost, -el cual contiene altos niveles del carbono y representaría el 24 por ciento de la masa terrestre- lo que ha causado que el calentamiento global se acelere a pasos agigantados.

Las emisiones de los gases de efecto invernadero son uno de los principales causantes del calentamiento global

Es por esto que la preocupación de los investigadores y científicos es comprensible pues calculan que existe en este suelo aproximadamente de entre mil 460 hasta mil 600 billones de toneladas de dióxido de carbono y el cual se libera a medida que el permafrost se descongela.

De acuerdo con un investigador de la Universidad del Norte de Arizona y uno de los autores sobre el deshielo del permafrost, Ted Schuur, concluye que las emisiones observadas hechas tanto en el estudio del Ártico en la temporada invernal como otro realizado en Alaska en la temporada de verano, son casi iguales a las emisiones anuales registradas de Japón y Rusia en 2018.

“Esto significa que la retroalimentación para acelerar el cambio climático está en marcha y cada uno de ellos se complementa para confirmar que el cambio climático está a la vuelta de la esquina pues ya está teniendo lugar”.

Ted Schuur, nvestigador de la Universidad del Norte de Arizona.

De igual manera ha advertido que la región del Ártico se está calentando al doble que el resto del mundo, lo que significa que puede haberse convertido en uno de los principales aceleradores del calentamiento global y cambio climático, algo que justamente se aborda durante la reunión en Madrid de la ONU sobre la emergencia climática.

Es aquí donde se ponen las cartas sobre la mesa para intentar reducir dichas emisiones y cumplir los objetivos antes impuestos durante el acuerdo de París en el 2015.

El mar de Bering, uno de las principales preocupaciones del cambio climático

El deshielo ha afectado a la producción de peces en el Mar de Bering

Los cambios en el mar, en específico en el mar de Bering, ha experimentado uno de los cambios más importantes y, por lo mismo, inquietantes en los últimos años de acuerdo al informe pues el hielo marino estaba presente durante ocho meses al año y se ha reducido únicamente a tres o cuatro meses a lo mucho.

La pérdida del hielo significa una pérdida de alimentos para los nativos pues las zonas frías de esta zona propician el hábitat de los peces, como el abadejo de lucioperco y el bacalao del Pacífico, quienes han comenzado a migrar hacia el norte y se traduce en pérdidas económicas para la región, es decir miles de millones de dólares para quienes operan en las inmediaciones de Alaska, en Estados Unidos.

La migración de estos peces hace que consuman el alimento de otras especies marinas, que a su vez las gaviotas se alimentan de ellas, lo que ha hecho que la población de gaviotas disminuya en un 70 por ciento desde 1980.