Inglaterra ha pasado una de las temporadas de invierno más lluviosas en un siglo. Estas tormentas torrenciales han provocado severas inundaciones en el país. Afortunadamente no todo lo que han dejado es malo. Se acaba de dar a conocer la noticia del descubrimiento de un paisaje hermoso y misterioso en la bahía de Cardigan, en la costa de Gales.

Un bosque prehistórico resurgió de la bahía gracias a las toneladas de arena que fueron despojadas por los fenómenos naturales. La bahía situada entre los pueblos de Borth, Ceredigion y Mid Wales, dejó al descubierto cientos de tocones de árboles muertos que según científicos tienen entre 4.500 y 6.000 años de antigüedad.

Los restos del bosque prehistórico cuentan con árboles de pino, aliso, roble y abedul. No es la primera vez que el bosque resurge de la bahía. Los restos ya se habían visto en el 2010, por lo que la zona se convirtió en una zona turística temporalmente.

Según las leyendas celtas, el bosque prehistórico formaba parte de un reino gaélico perdido bajo del mar de Cantre'r Gwaelod. Los relatos describen este país mitológico como una zona amurallada y protegida del océano por el dique Sarn Badrig (Calzada de San Patricio), cuya protección había sido encomendada a dos príncipes. Uno de ellos, Seithenyn, es un gran comedor y bebedor que por negligencia permite que las aguas superen el nivel de las esclusas. Las leyendas dicen que los árboles y sus inmediaciones fueron inundadas después de que una sacerdotisa descuidara un pozo mágico.

Hace dos años, en la misma zona, se encontraron huellas humanas y animales conservadas en la capa superior de la endurecida turba, junto con piedras quemadas de chimeneas antiguas. Estos elementos, junto a los hipnóticos tocones, engrosan las leyendas de una tierra rica en y arqueología.

Con información de lavanguardia.com y Mailonline.