En días recientes se viralizó el caso de una familia que invadió por más de 10 años una casa de Tampico, Tamaulipas, que le pertenecía originalmente a migrantes mexicanos que regresaban de Estados Unidos.

El hecho se dio a conocer a través de videos en redes sociales, donde se observa a dos mujeres invasoras burlándose de las legítimas dueñas, de quienes se rieron y reiteraron que no abandonarían la propiedad.

Afortunadamente la historia tuvo un final feliz, pues la familia de invasores que ocupó la casa por más de 10 años terminó fuera de la propiedad. Por supuesto, el desalojo en Tampico fue celebrado por los dueños y hasta los vecinos.

Así sacaron a la familia que invadió una casa por más de 10 años en Tampico

La burla de las mujeres contra la dueña, doña Irma, enfureció a las redes sociales y hasta a los mismos vecinos, quienes esperaban con ansias el desalojo de la invasora a quien apodaron “Lady Ramona”.

Para alegría de muchos, los invasores salieron el domingo 6 de julio entre gritos de “¡Sí se pudo!” y “¡No tienen casa!“. Desde la calle, los vecinos se burlaban de los invasores y celebraban que por fin lograron sacar a las personas.

Una de las mujeres, a quien identificaron como “Lady Ramona”, salió llorando del domicilio que había invadido por 10 años, mientras que el resto de sus familiares salía con sus cosas entre las manos.

También se vivieron momentos de tensión cuando Daniela, la hija de doña Irma, tomó por el pelo a una de las mujeres que se había burlado de su madre. Cuando finalmente salieron todos los invasores, los dueños celebraron en el patio que siempre les perteneció.

“Quien ríe al último ríe mejor”; Doña Irma advirtió a las invasoras

Daniela, hija de doña Irma, legitima dueña de la propiedad, fue quien subió el primer video que se hizo viral y el cual publicó como denuncia pública para ver si a las mujeres invasoras “les daba vergüenza”.

En el video se observaba a la familia burlándose de doña Irma, e incluso la más joven intentó humillarla alegando que “seguramente no tenía esposo que la fuera a ver”.

Ambas mujeres le dieron la espalda a doña Irma mientras se reían de ella. Por su parte, la legitima dueña únicamente les advirtió: “ándenle, ríanse. Quien ríe al último ríe mejor”.

Las palabras de doña Irma se cumplieron y así fue como celebraron los verdaderos dueños: