La Procuraduria Federal de Proteccion al Ambiente (Profepa) impuso unas contundentes medidas contra Dolphinaris Barceló en Quintana Roo por graves fallas.

A través de un comunicado en redes sociales, la Profepa anunció que detectó diversas irregularidades en la operación del establecimiento Dolphinaris Barceló, del Hotel Barceló.

A causa de las graves fallas, la Profeco clausuró de manera definitiva el delfinario Dolphinaris Barceló.

Profepa clausura Dolphinaris Barceló de Quintana Roo por graves fallas

Mariana Boy, titular de la Profepa, detalló que Dolphinaris Barceló fue clausurado ante una detección de graves fallas en su operación, como:

  • faltas al trato digno
  • falta de reporte de incidentes peligrosos
  • realización de acrobacias que ponen en riesgo a los ejemplares no están autorizadas en el plan de manejo
  • superación del límite de personas participantes en los programas interactivos con delfines

La detección de estas irregularidades fue posible gracias a una inspección y verificación que realizó la Profepa en febrero de 2025.

No fue hasta hoy 12 de mayo que la Profepa colocó los sellos de clausura total definitiva contra el delfinario Dolphinaris Barceló de Quintana Roo.

Dolphinaris Barceló: las contundentes medidas de Profepa por esta graves fallas

El caso del delfín Mincho por el que Profepa clausuró Dolphinaris Barceló

La titular de Profeca, Mariana Boy, detalló que las graves fallas de Dolphinaris Barceló fueron detectadas a raíz del incidente del delfín Mincho, ocurrido el 28 de noviembre de 2020.

En dicha fecha, el delfín Minchó se impactó contra el concreto de una alberca durante una acrobacia, situación que Dolphinaris Barceló nunca informó a las autoridades.

El veterinario que atendió a Minchó le dio 15 días de incapacidad, pero el delfinario volvió a exponerlo a trabajar a los 2 días de su accidente.

Por si fuera poco, Dolphinaris Barceló no realizó las evaluaciones mensuales y semestrales enmarcadas por la ley sobre el estado de salud del delfín.

A estas acciones se sumó la realización de acrobacias peligrosas para los ejemplares, mismas que no estaban autorizadas en el plan de manejo, así como la superación del límite de personas en los programas interactivos.