La contaminación por plásticos sigue siendo uno de los mayores peligros para el medio ambiente a nivel global, por su efecto directo en la economía, la salud de las personas y los ecosistemas. En respuesta a este reto a nivel mundial, dos alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) idearon una novedosa solución que transforma desechos plásticos en un insumo agrícola sustentable.

Ecovermis, una solución biotecnológica desarrollada en la BUAP

Luis Ángel Martínez Isidoro y Leonardo Garduño Rouin, estudiantes de la Facultad de Administración, desarrollaron Ecovermis, un biofertilizante líquido orgánico. Este se elabora con un método biotecnológico que utiliza la habilidad de las larvas del Tenebrio molitor (también llamado gusano de la harina) para descomponer.

Estudiantes de la BUAP crean Ecovermis, un biofertilizante que degrada plásticos y regenera suelos

A través de su metabolismo, estos organismos consumen materiales como poliestireno, poliuretano y poliéster de baja densidad, transformándolos en residuos ricos en nutrientes que pueden servir como fertilizante natural.

La solicitud de patente que los universitarios han presentado ante el IMPI protege todo el procedimiento, desde la gestión de residuos hasta la producción final del fertilizante. El proyecto se distinguió por su influencia en el medio ambiente y la sociedad, lo que le permitió recibir el Premio UNITEC a la Innovación Tecnológica para el Desarrollo Social 2025 y conseguir el tercer puesto en el Premio Municipal de la Juventud 2025.

Estudiantes de la BUAP crean Ecovermis, un biofertilizante que degrada plásticos y regenera suelos

Además de contribuir a la reducción de residuos, Ecovermis aporta beneficios directos al campo. Su composición incluye quitina, un compuesto que fortalece las raíces de las plantas y las hace más resistentes a plagas y enfermedades. El producto ya ha sido probado con buenos resultados en cultivos como lechuga, jitomate, fresa, agave y árboles frutales.

Con un modelo basado en la economía circular, los estudiantes recolectan residuos plásticos y orgánicos para darles un nuevo valor, consolidando una propuesta que combina ciencia, sostenibilidad y compromiso social. Ecovermis se perfila así como una alternativa real para enfrentar dos retos urgentes: la contaminación por plásticos y el deterioro de los suelos.