Dicen por ahí que “cuando te toca, aunque te quites y cuando no te toca, aunque te pongas” y definitivamente no hay frase más acertada para lo que le pasó a Alexander, un hombre ruso que fue cazado por un oso pardo, pero contrario al trágico final que suelen tener las personas que pasan por algo así, el logró sobrevivir. 

Con graves heridas en el cuerpo, el hombre permaneció 30 días sin poder moverse dentro de la guarida del oso hasta que un grupo de cazadores lo encontraron a punto de morir. 

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El estado de salud de Alexander estaba tan deteriorado que las personas que lo encontraron rápidamente lo calificaron como “zombie vivo” o “momia humana”, pues debido a la desnutrición y deshidratación, su piel estaba pálida y completamente pegada a sus huesos; además, su respiración apenas era perceptible y lo único que pudo recordar y decir en ese momento, fue su nombre. 

De inmediato, los salvadores del herido lo trasladaron a un hospital de la localidad de República de Tuvá, en donde se encuentra la reserva en la que ocurrieron los hechos. 

Imagen ilustrativa  - Foto: Jeremy Vessey / Unsplash

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Sobre este episodio, el propio sobreviviente cree haber conservado la vida gracias a que el oso no tenía intención de comérselo en aquel momento sino que planeaba guardarlo como una reserva de alimento para un momento de escasez. Esta teoría la confirmaron expertos al diario Siberian Times al declarar que los osos pardos suelen llevar carroña a sus guaridas y dejarla ahí hasta que se descompone y está en el punto ideal en que les gusta comerla. 

El equipo médico que atiende al hombre cuya edad se desconoce, se dijo sorprendido de que su paciente haya sobrevivido tanto tiempo con heridas tan graves, pues se dieron cuenta que presentaba fracturas en la columna y las extremidades. 

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Una vez que recobró la conciencia, Alexander relató que logró mantenerse con vida comiendo restos de comida que dejaba el oso y bebiendo su propia orina. 

Con información de Siberian Times