Son varios los eventos y noticias de real importancia que recientemente hemos presenciado en el mundo aeronáutico, como la Asamblea General Anual de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), celebrada en Nueva Delhi, y ahora -de este lado del mundo- se celebró la “Semana del Clima” de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en la bellísima ciudad de Montreal, Canadá.

Durante este evento se anunció la colaboración entre la aerolínea de bajo costo Volaris, que comanda Enrique Beltranena, y la fabricante francesa de aviones Airbus, que ya trabajan conjuntamente en apoyo de los estudios de factibilidad con miras a producir SAF (Sustainable Aviation Fuel, combustibles sostenibles).

Ambas empresas presentaron la “Carta de Intención” (Cdl) para contribuir al Fondo Voluntario para el Medio Ambiente de la OACI, con el principal objetivo de apoyar, mediante un estudio de “factibilidad”, el desarrollo y producción en México de SAF, en el marco del programa “Asistencia, Desarrollo de Capacidades y Formación para SAF (ACT-SAF)” que coordina la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), y para lo cual han dejado clara cuál es la hoja de ruta.

Un punto que me parece muy importante, porque en este espacio varias veces hemos hablado del SAF, y de la importancia de que nuestro país volteé a ver con seriedad la posibilidad de ser un gran productor de SAF, pues se cuenta con la materia prima, a diferencia de otros países -sobre todo los de primer mundo-, que tienen que comprarla, porque no producen lo suficiente.

De hecho, es un tema que debería ampliarse más allá del sector aeronáutico, y la siguiente es una pequeña anécdota que vi en redes sociales, pero que viene muy acorde al tema. Tal vez ustedes se hayan enterado de un señor que en el Estado de México terminó tapando las tuberías del desagüe de su colonia; esta persona tiene un negocio de mixiotes, y durante mucho tiempo se le hizo fácil tirar al drenaje el aceite usado que ya no necesitaba.

Las columnas más leídas de hoy

En nuestro país, el manejo de estos residuos es muy pobre, y hablo por experiencia propia; dentro de la Ciudad de México, por parte del gobierno solamente en tres alcaldías hacen recolección de aceite de cocina utilizado, y el resto se hace por empresas privadas. Sin embargo, no existe verdadero interés por generar más puntos de recolección. Es terrible llenar frascos y frascos de vidrio con aceite usado, y no tener más opción que tirarlos a la basura.

Por eso, este anuncio debe ir de la mano con el interés del gobierno federal, y del Gobierno de la Ciudad de México, para crear campañas, a nivel nacional y local, de la importancia de recolectar el aceite de cocina usado. No es una utopía, en Europa aerolíneas como KLM y Air France utilizan ese aceite para su producción de SAF.

Es de suma importancia abrir el tema a la sociedad, y que al mismo tiempo que se realicen campañas de información, también se amplíe el número de centros de acopio, por lo menos a uno por alcaldía, para el caso de la capital del país. Así, todos estaríamos colaborando con la fabricación de estos combustibles, que coadyuvan a la disminución de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Hasta ahí mi “buen deseo”. Ahora, regreso a la colaboración entre Volaris y Airbus a través del programa “ACT-SAF”. Es de capital relevancia, para poder desarrollar la implementación del SAF, que la acción vaya de la mano de los gobiernos, en este caso el mexicano, representado por la autoridad aeronáutica.

La AFAC tiene que vigilar los marcos políticos y todos los ordenamientos legales: leyes, códigos, reglamentos, normas oficiales, decretos; y por supuesto tiene que realizar evaluaciones con el tema de la calidad de las materias primas, así como los apoyos para poder implementar la fabricación, y lo más importante: la financiación.

Por eso considero que la participación de Volaris es un gran precedente. Es la primera vez que de forma directa una línea aérea contribuye, gracias a las inversiones que ha realizado al Fondo Ambiental Voluntario de la OACI.

Para que en nuestro país haya producción del SAF, se requieren (evidentemente) recursos económicos, y si una línea aérea está dando signos claros e inequívocos de interés, es porque buscan apoyar al plan que se tiene trazado para alcanzar la meta de cero emisiones para el 2050.

La fabricante de aviones francesa Airbus ha venido trabajando el tema del SAF, por supuesto de la mano de la OACI, y han llevado este tipo de estudios de factibilidad a países como Panamá, Argentina y Perú.

Esperemos que este tipo de noticias no se queden únicamente con la gente del sector aéreo, sino que trasciendan a la sociedad. Lo he dicho, y no me importa repetirlo: la aviación es una industria que termina beneficiando a toda la población en general, aunque no vueles por avión, te ves beneficiado en muchos aspectos.

No solo beneficia a la aviación per sé, sino que el resto de la población en general obtiene ventajas, sin olvidarnos de la importantísima derrama económica que realiza esta industria al país. Por eso lo gobiernos -a nivel mundial y de distintas formas- apoyan a su aviación. Y, sin lugar a dudas, el tema de la producción de SAF, tiene un altísimo potencial en el país.

Tenemos la materia prima, tenemos a la gente que puede convertir al aceite de cocina requemado en SAF, y tenemos una industria que puede ser puntera en América Latina; solo falta que el gobierno eche toda la carne al asador, y le apueste a la aviación como una industria fundamental para el desarrollo del país.