Agradezco profundamente a Federico Arreola por este valioso espacio semanal que permite comunicar con claridad y responsabilidad los grandes temas que definen el rumbo del país.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2026, un paquete económico histórico que refleja estabilidad, compromiso social y una visión clara de prosperidad compartida. Esta ley estima ingresos por 10.2 billones de pesos, lo que representa un incremento real del 5.89% respecto al año anterior, consolidando una economía sólida sin recurrir al aumento de impuestos ni crear nuevas cargas fiscales para las familias mexicanas.
El corazón de esta propuesta radica en fortalecer los ingresos públicos mediante una recaudación más justa, combatiendo privilegios fiscales y cerrando espacios a la evasión. Se proyecta un incremento en los ingresos tributarios de 6.49%, impulsado por un mayor cumplimiento voluntario y medidas administrativas que garantizan que quienes más tienen contribuyan de manera proporcional al bienestar nacional.
Entre los aspectos más relevantes destacan:
• Mayor eficiencia recaudatoria sin afectar al bolsillo de los trabajadores.
• Incremento sostenido en los ingresos de Pemex, permitiendo financiar programas estratégicos.
• Estímulos a las pequeñas y medianas empresas para su regularización y crecimiento.
• Tasa cero de IVA en productos para la salud menstrual, una medida con sentido social y de justicia de género.
No se trata únicamente de cifras; esta ley tiene rostro humano. Los ingresos permitirán garantizar los programas sociales que hoy benefician a millones de adultos mayores, madres trabajadoras, personas con discapacidad y jóvenes estudiantes. Habla de un gobierno que no gasta: invierte en la gente, en su bienestar y en su futuro.
La presidenta Sheinbaum envía con este paquete económico un mensaje de responsabilidad: impulsar el crecimiento sin comprometer la estabilidad financiera del país, privilegiando la soberanía energética, la seguridad alimentaria y la justicia social.
Este incremento en la recaudación permitirá fortalecer la infraestructura, la educación, la salud y la seguridad, traduciendo el crecimiento nacional en beneficios directos para los estados. Para Querétaro, representa más recursos para carreteras, programas ambientales, atención a desastres naturales y proyectos estratégicos que detonen el desarrollo regional.
Respaldar esta Ley de Ingresos no es solo un acto legislativo, es un voto a favor de la estabilidad, la justicia y el porvenir de nuestro país.
Hoy refrendo mi apoyo total a la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum, porque esta Ley de Ingresos fortalece a México desde sus cimientos sociales y económicos. Es una ley para el bienestar, para el crecimiento y para la esperanza.
Y lo digo con orgullo y responsabilidad: esta es la ruta correcta para hacer de nuestro estado un ejemplo nacional. Es la ruta para hacer a Querétaro fuerte otra vez.





