Por Luis Escobar Ramos

Provocado lo anterior por la agresiva caída de los mercados bursátiles, que han sufrido los impactos del conflicto bélico europeo entre Rusia y Ucrania, los altos niveles de inflación en el mundo, la tendencia ascendente de las tasas de interés; así como el alto valor que se le ha dado a dichas empresas en la bolsa electrónica (Nasdaq), lo que siempre representará un serio riesgo.

Como es sabido por todo mundo, estos acaudalados personajes son dueños de las más importantes empresas tecnológicas, entre ellos se encuentran Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates, Larry Ellison, Jeff Bezos, entre otros, son quienes constantemente aparecen en el índice de multimillonarios de Bloomberg que presenta una clasificación diaria de las personas más ricas del mundo.

Los malos resultados obtenidos recientemente por las empresas de estos magnates han impulsado la disminución en el precio de las acciones, lo que ha encendido las alertas de una posible recesión económica, sobre todo, tomando como referencia lo acontecido con la crisis producto de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos del año 2008.

Como consecuencia de lo anteriormente narrado, se han generalizado los despidos en el sector tecnológico, presentándose cifras como las siguientes: Microsoft despidió en octubre a 1,000 trabajadores, que significa casi el 1% de su base laboral; Netflix ha terminado su relación laboral con 450 empleados en lo va del año; Lyft, la empresa de reservas de vehículos con conductor, finiquitó a 700 trabajadores, es decir, el 13% de su personal; Stripe la compañía de pagos en línea despidió a 1,100 personas, que representaban el 14% de su recurso humano; Snap, la matriz de Snapchat suprimió 1,200 empleos, o sea el 20% de su plantilla laboral.

Coinbase, la plataforma de criptoactivos, eliminó 1,100 puestos de trabajo, o el 18% de sus trabajadores, Meta, controladora de Facebook, Instagram y Whats App despidió masivamente a 11,000 empleados; Amazon inició el recorte de 10,000 trabajadores de su plantilla de alrededor de un millón y medio que tiene en todo el mundo y Twitter de igual forma anunció el recorte del 50% de sus empleados a nivel mundial; de tal forma que en conjunto se habla del despido de aproximadamente 33,000 trabajadores, cifra que seguramente se incrementará y que indudablemente es un fuerte golpe para los trabajadores, sus familias, la sociedad y las economías de los países involucrados.

Como parte de esta circunstancia que se viene presentando en el transcurso del año, es necesario realizar un análisis a fondo de los aspectos que se conjugan en este proceso, con la finalidad de tener muy claros sus motivos y consecuencias, porque dicho sea de paso, independientemente de que se están dando en momentos similares, sus raíces derivan de situaciones particulares de cada dueño y empresas, lo que es básico para el presente y futuro de los trabajadores que sólo ofertan su fuerza de trabajo, mientras que los multimillonarios, en este mundo globalizado en el que vivimos llevan su capital y sus empresas a cualquier parte.

Durante lo que va del año he leído muchas notas relativas al tema abordado, sin embargo ninguna de ellas profundiza en los casos particulares de las empresas; por lo que en las siguientes semanas en este espacio estaré entrando al detalle, lo que desde mi muy particular punto de vista puede abonar a un importante debate sobre el presente y posible futuro de estas tecnológicas, pero sobre todo de sus trabajadores que considero son los más expuestos.

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