“Algo quieres esconder

Que no sé qué es

Y ya me hace daño

Por favor, no pongas entre tú y yo

Dudas que por hoy

Puedan separarnos

Contéstame, aunque duela dime por qué

No te brillan igual que ayer

Las pupilas cuando me miras

Mientes, te conozco bien

Está claro que algo está cambiando”

FEY, ‘AZÚCAR AMARGO’

La violencia hacia la mujer inicia en casa. En este caso la forma brusca y de franca de denostación utilizada por López Obrador contra su secretaria de Economía y licenciada en Letras Inglesas, Tatiana Clouthier.

Agresión innecesaria para desautorizar una NOM 236 que incluyó decir: “no vamos a estar bolseando a la gente”.

Increíble. A funcionarios que tienen acusaciones serias de ilícitos —en algunos casos sentencias condenatorias—, les guarda con el manto del silencio (¿o será de complicidad?), pero cuando una secretaria procura una norma, argumentando la seguridad de la población por el estado de los vehículos, arde el púlpito presidencial.

Risible asentar que “antes era un desorden el gobierno, porque cada secretaría hacía lo que pensaba era su función o responsabilidad”. ¡Eso es lo que se supone que debe hacerse y debe ocurrir! Pero, bueno, con su dicho el presidente rubricó una realidad que se ha vivido en nuestro país desde que llegó la 4T al poder.

Y sí, el secretario de Relaciones Exteriores compra pipas, vacunas, medicinas; la secretaria de Educación se dedica a la grilla y ratería electoral; el director de Pemex desaparece cuando medio gabinete va a visitar los avances en Dos Bocas, y así…

Tal vez, al respecto de la norma antes mencionada, López Obrador se mordió la lengua al espetar: “no tenía conocimiento de eso…” ¿No era él quien decía que un presidente sabía TODO lo que sucedía a su alrededor?

El mandatario podía haber externado esa misma posición en términos de ‘no querer impactar la economía de la población en estos momentos tan vapuleada (durante los últimos tres años, pero bueno…). Mas nooooo; López Obrador se solazó en señalar que Tatiana Clouthier no le había avisado, que él todo lo tiene que palomear y que “no vamos a andar bolseando a la gente”. Mostró falta de coordinación en su gabinete, esa es la verdad.

¿Será este el anuncio de que Tatiana Clouthier llega a su fin por lo que a su participación en la 4T se refiere? No sería la primera vez que hay esas señales ominosas. Cuando López Obrador ya no quiere a algún florero —perdón, colaborador— en su gabinete, les contradice en público. Así sucedió con Arturo Herrera (tal vez el más vapuleado y ninguneado por el tabasqueño), con Olga Sánchez Cordero y también con Carlos Urzúa (si bien pero este último se adelantó antes de que le tocaran las golondrinas).

¡Cuántos secretarias siguen en sus puestos solo para cumplir su función de floreros, cubrir la cuota de género y jugar su rol en una suerte de tiro al blanco por parte del inquilino de Palacio Nacional!

Así que vale la pregunta: ¿Tatiana Clouthier seguirá soportando el enojo y maltrato del tabasqueño o renunciará? ¿Le habrá dicho ya ‘adiós’ y por eso el maltrato de AMLO?

Siguiendo los parámetros del obradorismo, si tiene el 90% de honestidad, Tatiana debería emprender la retirada y no seguir con la charada de ser una secretaría que ni siquiera toman en cuenta.

Aunque, siendo franca, su ausencia no iniciará con su renuncia. No se le ha visto presente en el debate de la energía eléctrica y cómo impacta esta a la productividad de las empresas y el bienestar de los obreros. Ha guardado un silencio electrocutado ante Manuel Bartlett, sin poder enfrentar en igualdad de condiciones al némesis de su familia. ¿Qué diría su padre, el gran Maquío, de todo esto? ¿Por qué guarda silencio la funcionaria?

Tal vez el problema de Tatiana (como de los otros secretarios que ya fueron) es que se pensaron secretarios de Estado y resultaron ser secretarias —con el perdón de estas— a la espera de instrucciones de su jefe.

Al igual que sucedía con Olga Sánchez Cordero, Tatiana Clouthier ocupa un puesto en el gabinete solo para llenar el requisito; no porque se le tome en cuenta o se le permita trabajar de manera eficiente.

En el caso de la exministra, pudo regresar holgadamente a su curul senatorial; por cuanto a la “tía Tatis”, ¿recibiría una embajada/consulado como consolación o sería ninguneada? Aparentar la moderación y el corrimiento hacia el centro por parte de López Obrador teniéndola a ella como coordinadora de la campaña presidencial en el 2018 ya hace mucho que dejó de ser necesario. Ahora que se muestra el verdadero rostro del presidente, Tatiana pasó a ser dispensable.

Ante la pregunta: ¿se irá Tatiana Clouthier del gabinete? La respuesta es: ¿cuándo estuvo? ¿Cuándo presentó propuestas plausibles y viables para incentivar la economía nacional?, ¿para dar un apoyo real a las PYMES y a las MiPYMES? Conocemos las respuestas. Nunca.

Su función era otra y esa ahora ya no se requiere.