“El hubiera no existe”, conocimiento temporal universal.
Nos llamó la atención a muchos que vimos la rueda de prensa de la vocera presidencial del gobierno estadounidense, Karoline Leavitt cuando le contestó a un reportero sobre una controversia con Francia, que gracias a los Estados Unidos ahora en Francia no ondean banderas nazis, lo cual no es del todo cierto, ya que realmente quien venció a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial fue Inglaterra.
Winston Churchill como primer ministro de Inglaterra y siendo responsable de la Segunda Guerra Mundial fue quien logró la alianza con los Estados Unidos después del controversial ataque japonés a Pearl Harbor y fue también quien negoció la alianza con Stalin y Rusia, que finalmente juntos vencieron a Alemania y a Hitler, y desterraron al nazismo; y fue David Ben Gurión junto con el Estado de Israel quienes acabaron totalmente con el desafío del nazismo al juzgar a Adolf Eichmann en su territorio.
Pero, ¿que hubiera pasado si Alemania liderada por Hitler ganaba la Segunda Guerra Mundial?
Hitler y su nazismo hubieran seguido con su doctrina racial que estableció él mismo muy detalladamente en su libro Mi lucha, que muy probablemente fue dictado casi en su totalidad por Rudolf Hess en 1925, en el que estableció que sólo los seres humanos de raza aria podían permanecer en este planeta, lo cual afianzó con la “solución final”.
Patéticamente, si Hitler y el nazismo ganaban, hubieran practicado su doctrina racial en Latinoamérica sin dificultad, ya que en todos los países latinoamericanos no existen hasta la fecha más del 5% de arios; pero el problema principal sería en Asia, ya que como Hitler se alió con Japón y los japoneses, tendrían que reformar sus leyes racistas para no afectar a todas las personas con rasgos físicos japoneses. Afortunadamente, fueron derrotados por Churchill.
Finalmente comparto un chiste que vi en Instagram con relación al presente ensayo:
Un japonés le pregunta a su maestro:
- Maestro Chan, ¿por qué todos los japoneses nos parecemos?
Y le contesta:
- Yo no soy el maestro Chan.




