11 meses después, le presidenta Claudia Sheinbaum presenta su primer Informe de gobierno ante los ciudadanos mexicanos.

Día histórico, mes histórico y año histórico. Primera mujer presidenta en la historia de Norteamérica. Primer Informe de gobierno de una presidenta, con “a”, aunque le cueste mucho trabajo decirlo a los reaccionarios del PRIAN. Primer Grito de la Independencia liderado por una mujer presidenta en la historia de México. Y primera vez en dos siglos que el pueblo de México elige ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La presidenta, a diferencia de su predecesor, presentó un informe que se enfocó más en estadísticas y datos “duros”. Sea quién sea parte de la oposición, política, mediática, o económica, tendrá que hacer un esfuerzo para rebatir estas cifras más allá de la visceralidad y los insultos. Aquí sí vemos, en contradicción de los detractores de la mandataria, cómo aflora su estilo propio de gobernar.

Es bastante esclarecedor que el tema con el que abrió la presidenta su primer informe fue la reforma judicial. Y es que no hay que dejar de recalcar este nuevo avance en el cambio de régimen de gobierno, dificultando aún más los viejos libretos intervencionistas de guerras judiciales y revoluciones de color.

Y así, de ese tamaño, es la respuesta desmedida a la reforma judicial por parte de los mismos medios y opinólogos de siempre. Esos que le lloran a la corrupta corte encabezada por Norma Piña y payasos como Láynez Potysek, quienes desaparecieron en su graciosa y multimillonaria huída hasta los muebles y las obras de arte.

Aún con todo y sus errores, que aún existen, la transformación avanza.