I came in like a wrecking ball

I never hit so hard in love

All I wanted was to break your walls

All you ever did was wreck me

Yeah, you, you wreck me

I put you high up in the sky

And now, you're not coming down

It slowly turned, you let me burn

And now, we’re ashes on the ground

Miley Cyrus

Desde tribuna, la senadora Lilly Téllez llamó “Changoleón” al diputado Gerardo Fernández Noroña. Algunos consideran que dicho calificativo es lo mínimo que el legislador merece ya que este es todo un experto en ofender y agredir. (Sí, entre otras gracias, Fernández Noroña llama a los de oposición “paniaguados” —persona que, sin tener méritos reconocidos, es favorecida y protegida por otra; también a quien se le denomina ‘sirviente de una casa’—. Adicionalmente, se le ha visto exhibiendo en la Cámara de Diputados una cartulina donde llama “culera” a la senadora).

Otros ven la actitud asumida por Lilly Téllez como un escalón más en la degradación de la política por parte de todos los que en ella participan (ver el texto de Frida Gómez), iniciando con las ofensas lanzadas diariamente desde Palacio contra aquellos que opinan diferente o señalan los errores de la 4T y terminando porque la legisladora hace precisamente lo que tanto critica. En fin...

Pero yo quiero llamar la atención del amable lector a otro asunto: en este último capítulo del lodazal que se ha vuelto el debate parlamentario, además de la gresca entre los legisladores, surgen otras vertientes que no deben pasar desapercibidas; lo que es más, debieran mirarse con lupa por aquellos quienes “quieren jugar” en el 2024. Las expongo a continuación:

Lilly llama la atención con sus comentarios en el Senado. Tal vez estos le sumen unos cuantos puntos entre quienes la vislumbren como posible candidata a la Presidencia de la República en un par de años; o bien, quizá le resten al ver cómo la legisladora pierde su seriedad trastocándola en la misma cantaleta de insultos usada por la 4T. Ya lo averiguaremos.

Mas, lo que quizá no se haya medido es que sus comentarios le generan bastante más adeptos al propio Fernández Noroña. La razón es sencilla: indirectamente, la senadora le ayuda al diputado a estar más en voz de la opinión pública, lo que muy probablemente este use para escalar, mostrándose como víctima del conservadurismo legislativo de derecha.

Gerardo Fernández Noroña está siendo medido en el tracking diario publicado por SDPnoticias y el diputado claramente mantiene el liderato en la intención del voto de los ciudadanos de cara a las elecciones presidenciales de entre los posibles candidatos de grupos y partidos políticos que, sin ser de Morena, sí son considerados aliados del Movimiento. Si la intención de Téllez y su equipo de estrategia es hacer crecer a Noroña, lo está haciendo mucho muy bien.

En resumidas cuentas, el lenguaje y posicionamiento mostrados por Lilly Téllez pueden tener un impacto en sus posibles votantes, pero no necesariamente positivo. Entre que buena parte de la población está harta del vituperio y del adjetivo descalificativo y que otra parte, usualmente de izquierda, busca motivos para reforzar apoyos a un radical como Fernández Noroña, tenemos como resultado un crecimiento de este último y un pobre desempeño (así como porcentaje en la intención del voto) de la senadora.

Tal vez la estrategia de Lilly Téllez es restarle puntos a Claudia Sheinbaum

Ahora que tal vez el objetivo de la estrategia de Lilly sea otro completamente diferente, como es restarle puntos a Claudia Sheinbaum… No creo que ella o sus estrategas se lo hayan propuesto así tal cual, mas ese es el verdadero efecto político de lo que hace Lilly y quisiera subrayarlo:

Claudia Sheinbaum desde Morena y Gerardo Fernández Noroña desde el PT (y ciertamente NO como candidato de AMLO y de la 4T a la presidencia de la República en el 2024), ¡compiten por buena parte de la misma clientela política! Así, los puntos que suba o gane Noroña entre el electorado de cara a esa contienda son los que en términos prácticos le está restando a la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, en la intención de voto. Este efecto se puede percibir claramente en el seguimiento diario que presenta SDPnoticias rumbo al 2024.

Así que, con todo lo que recientemente hemos presenciado en el Congreso legislativo, hay interrogantes que se antojan necesarias: ¿cuál es el objetivo político de Lilly? ¿Estar en los reflectores? Eso, bajo la modalidad que ella ha asumido, bien podría costarle apoyo más que dárselo.

¿Sacudir la distribución de la intención del voto de la izquierda dura y radical en México en detrimento de Claudia Sheinbaum y en favor de Gerardo Fernández Noroña? No lo sé, pero eso es exactamente lo que está sucediendo. Ofendiendo a Noroña, Lilly lo hace crecer y debilita a Sheinbaum en el camino. Más allá de que Lilly podría resultar la primera en perder al asumir dicha actitud, el efecto de sus dichos impulsa a Noroña entre la misma población electoral que votaría por Sheinbaum.

Finalmente, decirle lo siguiente a otros posibles precandidatos presidenciales de Morena, como son Marcelo Ebrard y Adán Augusto López: no dejen de felicitar a Lilly por ayudarles a descontarle puntos a Claudia Sheinbaum.