No podía dejar que se quedase solo como respuesta en una red social, así que aprovecho el espacio para explicar la verdad detrás del “aumento” en los incidentes aéreos. Es una información útil para ustedes mis estimados lectores, y trae especial dedicatoria para el panista Marko Cortés, y estoy segura de que a él le conviene conocer esta información.

El 21 de octubre, en la red social antes conocida como Twitter, Marko Cortés escribió, y cito textual:

<i>“Entre enero y julio de 2025, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) reportó 137 incidentes aéreos, lo que representa un incremento del 31% respecto al mismo periodo del año anterior.</i>

<i>La seguridad aérea no es un lujo, es una necesidad básica para garantizar la conectividad, el turismo y la inversión extranjera. Es parte esencial de la infraestructura del Estado.</i>

<i>Un incremento del 31% en los incidentes aéreos es alarmante y debería obligar al Gobierno Federal a tomar medidas inmediatas, antes de que ocurra una desgracia.</i>

<i>Este aumento evidencia fallas en supervisión, mantenimiento y control del tráfico aéreo, así como la falta de inversión en infraestructura y capacitación técnica. México no puede arriesgar vidas ni su reputación internacional por omisión o negligencia.”</i>

Marko Cortés, presidente del PAN

Quiero comenzar diciendo que no se pueden tener conclusiones serias tomando un solo dato, de manera aislada, porque al final el análisis resulta erróneo. Sé de sobra que la narrativa del “relanzando” Partido de Acción Nacional (PAN), ahora descaradamente como un partido de ultraderecha es que todo lo que hace la actual administración está mal.

Pero veamos si es cierto, o solamente utiliza un dato para crear una narrativa golpista contra la 4T. Quiero resaltar -porque para mí es importante- que al final del día, la industria aérea está más allá de los colores partidistas, pues la aviación es de todos, sin importar la ideología política.

Vamos a usar los últimos datos que la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) ha publicado, entre enero y agosto de este año, no de enero a julio como lo hizo Marko Cortés y mejor vámonos un mes más, para realizar el análisis correspondiente.

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Primero, ¿qué es un incidente? La lista de ejemplos es enorme, y a diferencia de un accidente, un incidente puede ser desde un golpe a la aeronave por un vehículo externo, una despresurización de la cabina de pasajeros, un proceso de “ida al aire”, o un aborto de despegue, así como algún incendio en el galley, en los compartimentos superiores de carga, un choque con aves, problemas con el combustible, fuga de hidráulico, problemas en el sistema de baños, un despliegue de tobogán por parte de la tripulación de cabina o algún otro trabajador, alguna falla en el sistema de la aeronave, e incursiones en pista.

Por supuesto, cada incidente tiene su propia gravedad, no es lo mismo un problema con el flush del baño, a una despresurización en la cabina de pasajeros, pero ambos son incidentes, y así son nombrados. El Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) los clasifica como incidente “grave” e incidente.

Por eso no es casualidad, que se ha decidido llamar “incidente” a todo aquello que afecta la operación, pero no es un accidente. Por eso es importante saber de qué estamos hablando.

Y es que en su narrativa golpista, Marko Cortés intenta equiparar el término a una “cuasi tragedia”. Ahora bien, ¿cuáles son las cifras de enero a agosto de este año? Comparemos el mismo periodo de 2024: los incidentes registrados el año pasado fueron 122, y en 2025 existieron 156 incidentes.

“Haiga sido como haiga sido”, dijo un célebre michoacano, es un incremento, pero existe un dato que no podemos dejar fuera de esta ecuación y que es fundamental: el número de flota aérea de nuestra aviación comercial. En el 2024 se tenía una flota en total de 372 aeronaves en el periodo de enero a agosto, en este 2025, justo en ese mismo periodo, la flota aérea es de 403 aeronaves.

Hay más aviones, y a mayor número de aeronaves, habrá un aumento de incidentes. Esto es, hubo un aumento de la flota aérea de 8.3%. En porcentajes ¿cuánto aumentaron los incidentes? Es cierto, de enero a julio se reportó que el aumento fue del 31%, pero para el periodo de enero a agosto (un mes más) el porcentaje de incidentes bajó, convirtiendo el porcentaje en 27.9%. ¿A los panistas les parece insignificante un 3.1%? ¡Qué extraño!, en 2006 ellos alcanzaron la presidencia con una diferencia de 0.56%.

Según Marko Cortés los incidentes se explican solos: “Este aumento evidencia fallas en supervisión, mantenimiento y control del tráfico aéreo, así como la falta de inversión en infraestructura y capacitación técnica”. Veamos, ¿lo anterior es cierto? ¡Claro que no!, primero debe entender que la aviación en nuestro país es una responsabilidad compartida; quiero que me explique cómo catalogamos como responsabilidad del Estado que suceda “un disparo de tobogán”, que es uno de los tantos incidentes que se dan; sabemos que muchas veces este tipo de incidentes se presenta a causa de la fatiga del sobrecargo u otro trabajador aeronáutico.

No siempre, pero a veces el trabajador es el responsable, y ustedes no lo saben, pero cuando se comprueba, las empresas les hacen pagar -de distintas formas- el costo del despliegue del tobogán, y es algo que sale carísimo, porque en el mejor de los casos “solamente” genera una demora en el vuelo, pero un evento así puede llegar a cancelar más vuelos, pues el avión tiene que entrar a la base de mantenimiento, al convertirse en un avión “no go”.

Para hablar de la industria aérea, y más para criticarla, mínimo hay que saber de ella. Yo le quiero decir a Marko Cortés, la primera vez que la Agencia Federal de Aviación norteamericana (FAA, por sus siglas en inglés) nos degradó a categoría 2 fue en 2010, durante el sexenio panista de Felipe Calderón.

Y voy más allá, en México tenemos actualmente once empresas de aviación, entre regionales, de carga y normales. ¿Saben cuántas líneas aéreas quebraron durante los gobiernos panistas? ¡Trece líneas aéreas!, entre las que podemos nombrar a Mexicana de Aviación, AeroCalifornia, Aviacsa, Avolar, GlobalAir, NovaAir, Taesa, Líneas Aéreas Aztecas, Aladia, Aerolíneas Internacionales, Allegro, Click y Link.

¿Cuántas líneas aéreas han quebrado durante los gobiernos de la Cuarta Transformación? Dos: Interjet, cuyos dueños reales (la familia Alemán) la dejaron morir al no pagar impuestos desde 2016; y Transportes Aeromar, de la Familia Katz, que tras la muerte del patriarca, quien verdaderamente amaba su aerolínea, dejaron que quebrase, e incluso declararon que no les interesaba ni siquiera entrar a concurso mercantil, y que mejor la daban por perdida.

Pero en los casos de AeroCalifornia, Aviacsa o Mexicana, tras las bambalinas de sus quiebras hubo intereses políticos, tanto con Fox como con Calderón, para repartir los slots de estas líneas aéreas entre las nuevas concesiones que se otorgaron bajo los gobiernos del PAN.

Hablemos con datos duros, y no con declaraciones vacías. La peor época para la aviación nacional fue bajo los gobiernos del PAN. La historia es así, y me queda claro que es necesario “recordársela” a Marko Cortés, porque, aunque todavía no peina canas -y tal vez nunca lo hará-, hace 25 años ya era mayor de edad.

Ahora bien, si de verdad considera que la seguridad aérea no es un lujo, y le preocupa garantizar la conectividad, el turismo y la inversión extranjera, no entiendo por qué calla como momia ante el cierre del gobierno norteamericano, que está poniendo en riesgo nuestra aviación nacional.

Doy por hecho que conoce este dato: la afectación por déficit de controladores aéreos es en por lo menos 12 de las terminales más importantes de los Estados Unidos de Norteamérica y por consiguiente hay retrasos en el 53% de las operaciones, lo cual es un riesgo para la seguridad aérea, no solo de nuestro vecino del norte, sino del mundo entero.

Hace menos de un año estaba pidiendo la intervención de Trump en nuestro territorio para combatir al narco. Si ya se le olvidó esta anécdota, yo se la vuelvo a recordar.