Los simbolismos en política importan. La visita del secretario de Estado Marco Rubio, segundo en jerarquía en el gobierno de Donald Trump, se inscribe en esa lógica: llega justo después de que Claudia Sheinbaum rindió su Primer Informe de Gobierno.

El gesto no es casual. Rubio viene con un mensaje firme y claro, acusa al actual y al anterior gobierno mexicano de mantener vínculos con el crimen organizado, insiste en declarar a los cárteles como organizaciones terroristas y advierte que muchos políticos de la élite de la 4T tienen expedientes abiertos en cortes de Estados Unidos.

El antecedente es contundente. Los principales líderes del narcotráfico detenidos y juzgados en Estados Unidos han confesado que entregaron dinero a políticos de la 4T, financiaron campañas y protegieron intereses ilícitos. El caso más reciente, el de “El MayoZambada, quien, aún sin hacer públicos los nombres, reveló haber participado en operaciones de financiamiento ilegal, evidenciando que la presión sobre el gobierno mexicano es real y creciente.

Seguridad: logros parciales y silencios incómodos

Sheinbaum destacó la reducción de homicidios dolosos, atribuida al trabajo del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, pero omitió hablar de lavado de dinero. Durante la gestión de Pablo Gómez en la Unidad de Inteligencia Financiera no se atacaron redes de capital ilícito y el Departamento del Tesoro estadounidense tuvo que intervenir para congelar cuentas y sancionar a dos bancos y una casa de bolsa vinculada al jefe de la oficina de López Obrador.

El silencio presidencial sobre este punto refleja la debilidad de las instituciones mexicanas para enfrentar delitos financieros.

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Economía maquillada

Otro flanco vulnerable es la economía. Los indicadores de pobreza fueron maquillados mediante cambios metodológicos; lo mismo ocurrió con las cifras de Inversión Extranjera Directa y empleo.

El gobierno presume como propio el aumento del salario mínimo, cuando en realidad fue un proyecto gestado en el sexenio de Peña Nieto con las UMAS, que permitieron incrementar los sueldos sin desatar inflación.

Respecto a los aranceles, Sheinbaum subrayó que México ha sido menos afectado. Tiene razón, pero omitió explicar que los costos recaen sobre consumidores estadounidenses. El “éxito” entonces, es relativo, pues se sostiene en la dependencia de un mercado que paga la factura en vez de replantear una política industrial de largo plazo.

La reforma judicial: un golpe a la legalidad

El contraste entre discurso y realidad es mayor cuando se habla de la reforma al poder judicial. La presidenta presumió una nueva era de legalidad, libre de corrupción y nepotismo. Sin embargo, más del 56% de los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia tienen familiares en cargos públicos, un hecho inédito que contradice de manera frontal el discurso oficial.

Además, la falta de un marco jurídico sólido, sumado a la complicidad de gobernadores y funcionarios con el crimen organizado, profundiza la vulnerabilidad institucional.

Con un Congreso controlado por líderes señalados de corrupción, lavado de dinero y vínculos criminales, entre los que se encuentran: Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Sergio Gutiérrez Luna, el resultado es que los tres poderes de la unión están debilitados y comprometidos, circunstancia que reduce la capacidad de negociación de México frente a Estados Unidos.

Rubio no es Kerry

A diferencia de John Kerry, quien llegó a negociar con López Obrador acuerdos que después fueron minimizados o negados, Rubio no permitirá la burla ni que se cambien las condiciones pactadas. Su estilo es directo, confrontativo y, sobre todo, cuenta con el respaldo de un gobierno estadounidense decidido a ejercer la máxima presión en temas de seguridad, migración y combate al narcotráfico.

El miércoles será decisivo, ¿asumirá Sheinbaum el papel de estadista?

Defender el Estado mexicano y la soberanía nacional no es pronunciar discursos altisonantes, es aplicar la ley sin distingo; la presidenta tendría que romper con la red de impunidad que protege a líderes parlamentarios, familiares del expresidente y colaboradores cercanos.

Aplicar la ley o entregar a quienes se refugian en el fuero, sería el verdadero acto de defensa del Estado de derecho y de la soberanía. No hacerlo confirmará que negoció impunidad a cambio de ceder la autonomía nacional frente a Washington.

Un desenlace abierto

Las decisiones deben tomarse con prontitud. México llega frágil a esta negociación, con instituciones cuestionadas y liderazgos políticos debilitados. Rubio, en cambio, arriba con un mandato claro y el respaldo de agencias estadounidenses que ya investigan y procesan a criminales y políticos mexicanos.

La visita no es cortesía, es presión. El desenlace dependerá de la firmeza de Sheinbaum para enfrentar las exigencias externas y, sobre todo, de su voluntad para limpiar la casa.

Si cumple, podrá mostrar que México es un socio confiable; si no, quedará como una presidenta que prefirió proteger a un círculo político sobre la nación.

Lo sabremos el miércoles, si Marco Rubio se va de Palacio Nacional satisfecho o si, por el contrario, se abre una etapa de confrontación directa.

X: @diaz_manuel