La vida de Lupita Palomera fue a tal grado longeva (María Guadalupe Palomera Chávez, 1913-2008), que le permitió transitar por todos los medios disponibles a la expresión artística de su canto: teatro, radio, disco, cine y, sobre todo, televisión –tanto la comercial como la pública–, donde existe suficiente material para aproximarse a sus cualidades interpretativas. En cuanto a la televisión pública, participó en programas como Nostalgia, dirigido por uno de los más entusiastas impulsores de la canción popular y del bolero en particular, Jorge Saldaña (a quien se recuerda también por otros buenos programas: Anatomías, Sopa de letras y Añoranzas); valdría la pena extractar los fragmentos donde Palomera hace sus intervenciones.
Por otra parte, al contrario de otras cantantes mujeres que debieron retirarse del espectáculo al casarse, Palomera tuvo la solidaridad de su esposo Fernando Fernández, el llamado “Crooner de México”; incluso, grabaron y cantaron juntos. Y de hecho, se trató de uno de los primeros matrimonios mediáticos de México que, a pesar de las consabidas infidelidades, fue estable y duradero hasta la muerte (de él, por supuesto).
[“Vereda tropical”, de Gonzalo Curiel, la grabó a los 25 años de edad y se convirtió en la plataforma de su proyección; aquí en una versión ya madura, para la televisión]:
Así fue presentada la cantante en uno de los programas de Saldaña: “Lupita Palomera pertenece a esa estirpe de artistas que no se hicieron por manejos convencionales sino que el público, cuando escuchó su voz, cuando escuchó sus interpretaciones, la fue colocando en el pedestal de ídolo, que conserva, porque es una artista que dice con el corazón lo que los compositores pusieron en el pautado”. Y así de breve es su biografía pública a pesar de su prolongada carrera como intérprete:
“Cancionista. Luego de triunfar en un concurso de canto en su ciudad natal [algunos medios la ubican naciendo en Guadalajara, Wikipedia en La Yesca, Tepic, Nayarit], se trasladó a la ciudad de México (1934), donde actuó en la radio como intérprete de Gonzalo Curiel, Abel y Alberto Domínguez y Rafael Hernández. Casó con el cancionista Fernando Fernández. Hizo numerosas grabaciones de canciones tradicionales mexicanas, y realizó giras artísticas por México, EU, Centro y Sudamérica”.
[Grabó y cantó a los tres hermanos Domínguez, aquí, de Abel, “Desprecio”]:
Y bien se puede agregar: Debutó en la XED, radio estación de Guadalajara –lo mismo que las Hermanas Águila–, posteriormente, en “La hora azul”, de la XEW, de la Ciudad de México. Hizo su primera grabación en 1937, y ya en 1938 obtuvo el primer éxito que fundamentó su carrera al grabar “Vereda tropical”, de Gonzalo Curiel, para RCA Víctor. Grabó en los sesentas un muy buen disco con canciones de Agustín Lara que se conoce poco (disponible completo en youtube), porque en general se hizo famosa cantando a Gonzalo Curiel y a los tres hermanos Domínguez.
[Y de Alberto, “Perfidia”]:
Quizá sea oportuno enlistar los álbumes que grabó y las películas en las que participó básicamente en papel de “Cantante”; Elvira Ríos fue excepcional en este ámbito, como vimos aquí hace tiempo, protagonizó filmes como personaje al tiempo que cantante:
Grabaciones de Estudio (no compilaciones):
- Canta Lupita Palomera (RCA Victor)
- La inspiración de Agustín Lara en la voz de Lupita Palomera (RCA Victor)
- La inspiración de los Hnos. Domínguez en la voz de Lupita Palomera (RCA Victor)
- Vereda tropical (Continental)
Películas:
- Hombres de mar (1938, Santiago Eduardo Urueta, director)
- Padre mercader (1938, Luis Amendolla, dir.)
- Sangre en las montañas (1938, Jaime Contreras, dir.)
- El circo trágico (1939, Manuel R. Ojeda, dir.)
- Dos almas en el mundo (1949, “Cantante”, sin crédito, Chano Urueta, dir.)
- Duelo en las montañas (1950, “Cantante”, sin crédito, Emilio Fernández, dir.)
- Nuevo amanecer (1954, Rogelio A. González)
(Todos los datos tomados de: Diccionario de Gabriel Pareyón, Wikipedia, sitio “Hasta que el cuerpo aguante”, Fonoteca Nacional, IMDb y Filmaffinity).
[Y de Armando, “Miénteme” y “Destino”; qué buen trío de hermanos compositores de canciones]:
[“Incertidumbre”, otra de Gonzalo Curiel]:
Como fue uso y costumbre en ese tiempo, fue nombrada con dos frases características a partir de sus cualidades físicas e interpretativas: “La novia de la canción” y “La voz más dulce de la radio”. Su voz no es precisamente potente, pero sí equilibrada, con buena afinación, suficientemente estable para el canto del bolero (también cantó ranchero, en particular con su pareja, pero eso escapa al interés de este espacio); voz de soprano ligera, agradable, expresiva y sin exageraciones.
[“Sin saber por qué”, de Armando Domínguez]:
[“Di que no es verdad”, de Alberto Domínguez, con la muy bella incorporación de la sutil marimba, gracias al origen chiapaneco de los Domínguez, al arreglo orquestal]:
Conceptualmente, por sus cualidades y la época musical que vivió, “La dulce novia del bolero” le va muy bien. Junto con otras compañeras boleristas que ya hemos visto en este espacio –en un medio dominado por la voz masculina– dio rostro y voz al bolero desde la estética particular de la dulzura y la suavidad melancólica de sus interpretaciones.
[Y como gran cierre del magnífico concierto de Lupita Palomera, en vivo, “Frenesí”, de Alberto Domínguez]:

Héctor Palacio en X: @NietzscheAristo