“El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo.“

HARUKI MURAKAMI

”La verdadera belleza, del tipo que no se desvanece o deslava, necesita tiempo. Necesita presión. Necesita una resistencia increíble. Es el lento goteo que hace la estalactita, el temblor de la tierra que crea montañas, el constante golpeteo de las olas que rompe las rocas y suaviza los bordes ásperos.”

AMY HARMON

Esta obra podría intitularse ‘pegando con Pegasus’. Está claro que nunca fue un pacto de caballeros y sí de políticos, intereses y presunciones, pero de allí a lo que se ha visto a últimas fechas… Podemos barruntar sobre los silencios de uno y otro, así como también cuando abren la boca.

Si se trata de echar culpas, comencemos por decir que no en balde López Obrador se saltó seis años olímpicamente para no hablar de Peña Nieto. Como si no hubiera existido ni el expresidente ni su sexenio, solo el de Felipe Calderón. En reciprocidad, lo mismo hizo el mexiquense, guardó silencio, y cuando aprehendieron a uno de sus abogados más cercanos puso tierra (y océano) de por medio.

Pero todo por servir se acaba y el pacto se rompió. De un lado claman que Peña Nieto es corrupto (no shit, Sherlock!), pero de pruebas nada. Y dado que los morenistas, empezando por Sheinbaum, están últimamente más papistas que el Papa, ¡exigimos pruebas que establezcan que fue sobornado!

Del otro lado, empezando por el propio Peña Nieto, claman su inocencia. Niegan que haya recibido 25 millones de USD por adquirir el software espía Pegasus y usarlo de indebida manera.

Pareciera que el hilo se rompió por lo más delgado; bastó que Peña Nieto apareciera en el documental del CEEY “Texcoco: la decisión del presidente”, para que se desatara la furia morenista. Y todo porque dijo lo que ya todos sabíamos: que parar el proyecto fue y será una estupidez y que de la corrupción mentada del NAICM no se ha probado nada. (Qué bueno que Peña Nieto señale la incongruencia de haber destruido el NAICM, qué lástima que esperó al 2025 para hablar.)

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Con su aparición en el documental, inició la andanada en contra de él. Y eso desató menciones en redes y en la mañanera.

El expresidente reviró concediéndole una entrevista a Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, lo que nuevamente no gustó en La Chingada, por lo que el oficialismo desató el bulo de lo de Pegasus.

El último episodio ha sido nuevas declaraciones por parte de Peña Nieto.

Retrocedamos por un momento a Pegasus. ¿Por qué digo “bulo”? Porque los que antes dijeron haber dado el soborno por la friolera de 25 millones de dólares ya aceptaron que al expresidente ni lo conocen. A estas alturas tampoco están seguros si dieron ese dinero para financiar la campaña de 2012 o se lo dieron en el 2018… Muy confiables…

Pero hay más. En una trama telenovelesca, parece que la 4t tenía esta “información” desde 2021 y guardó silencio… No fue sino hasta que EPN habló... ¡Que transparencia! Tanto pañuelito blanco, ¿para qué? Para solaparse ambos personajes, para poco más que eso.

Ni tarda ni perezosa, requiriendo urgentemente algo que nos distraiga de una economía que va en picada, la presidenta Sheinbaum pidió al gobierno de Israel que le informe sobre la investigación que supuestamente está realizando a los dueños de la compañía que comercializa con Pegasus.

Los momios indican que no le contestarán, como reciprocidad al nulo apoyo del gobierno de México al de Israel. Basta recordar en octubre de 2023 (ella no, pero sí el gobierno de la 4t) guardó silencio ante la masacre perpetrada por Hamas contra ciudadanos israelíes (y algunos mexicanos). Todos inocentes, su único “delito” era ser parte de un concierto. Y ante la guerra de Israel-Irán, México dio una respuesta tibia (si bien diplomática) que a Israel no gustó.

Como muestra de que esto no se trata de buscar hacer justicia y/o combatir la corrupción, la Fiscalía General de la República requirió menos de tres días para iniciar una carpeta de investigación contra Peña Nieto, pero lleva al menos un año sin hacer lo mismo con Alfonso Romo o contra otros integrantes de la 4t (por ejemplo, que poseen propiedades imposibles de sufragar con sus austeros sueldos…).

Cortina de humo consistente en señalar sin pruebas y en el no comunicar a la sociedad que los delitos que se le quieren imputar al expresidente EPN ya prescribieron. La 4t tuvo siete años para hacer la investigación y no procedió. ¿Contubernio? ¿Complicidad? Eso sí debiera ser investigado ya que ese es el régimen que actualmente nos rige.

Que los del oficialismo ponderen sus acusaciones, ya que todo lo que acusan lo practican y el castigo que exigen para Peña Nieto, en algún momento en México o en alguna otra latitud lo pedirán para ellos.

Hemos sido escuchados por Pegasus con Peña Nieto y con López Obrador. Ahora también se usa como mecanismo de golpeteo político, resulte o no efectivo, como ha sido en esta ocasión.

Giro de la Perinola

Que quede claro: con el software Pegasus, tanto el gobierno de Peña Nieto como el de López Obrador escucharon a periodistas, activistas, opositores. Ahora piensen un momento: con la #LeyEspía, ¿qué piensan que hará el ‘segundo piso de la transformación’? Para muestra un botón: a partir de “información pública” (entiéndase, dichos, no pruebas), esto es, algo que ya ha quedado descartado por absurdo, Gertz Manero inició una investigación contra Peña Nieto por “la información pública” (o sea dichos), sin pruebas. Me parece genial…

Desafortunadamente, sobre los amigos de los hijos de López Obrador y estos mismos, a pesar de que se cuenta con audios que los incriminan en actos de corrupción en la construcción del Tren Maya, no se ha iniciado investigación alguna.

De seguir en estos dimes y diretes, el programa de escuchas ya pasó de Pegasus a ‘paga-sus’, y ahora se está convirtiendo en una burla. Pronto le llamaremos “Payasus”.