En medio de la polémica nacional en torno al Plan B y al intento de AMLO y de Morena de cercenar al INE, una buena noticia ha ocupado los titulares: un juez federal ordenó la reincorporación de Edmundo Jacobo como secretario Ejecutivo. Y no se trata de una arbitrariedad o de un razonamiento surgido de la nada, sino de la interpretación literal de la Constitución. Esta lee, en su artículo 41: “El INE será autoridad en la materia… El Consejo General será su órgano superior de dirección y se integrará por… y un secretario Ejecutivo”.

En otras palabras, el despido del Edmundo Jacobo supuso un acto inconstitucional, al igual que, a reserva de las dictaminaciones futuras de la Suprema Corte, el resto o la mayor parte del contenido del Plan B.

Sin embargo, a pesar de estas luces ofrecidas por el Poder Judicial, y de los aires de optimismo que parecen envolver a los mexicanos que creemos firmemente en la inviolabilidad de la ley y en el respeto a la Constitución, AMLO y su régimen continuarán utilizando estratagemas comunicativas para vencer a la oposición y posicionar a su reforma como una transformación que conduzca al fortalecimiento del sistema democrático.

Recojo brevemente el caso del impresentable Gerardo Fernández Noroña. El incendiario legislador del PT publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el cual acusa a Lorenzo Córdova de violar la Constitución por percibir una remuneración superior al del “compañero presidente, con esta forma rancia de llamar al jefe del Estado que evoca el fracaso del comunismo en el mundo.

En este contexto… ¿no es la Cámara de Diputados, con mayoría oficialista, la que aprueba el Presupuesto de Egresos, y por tanto, el tabulador de las remuneraciones de todos los funcionarios del Estado? ¿Es entonces Córdova quien viola la Constitución? ¿Acaso ha sido él o el resto de los miembros del Consejo General los que establecen los montos de sus percepciones?

Noroña, al igual que tantos otros, revestidos de este talante provocador que poco ha contribuido al mejoramiento de la vida de los mexicanos, manipula la verdad buscando pintar al INE como un organismo tramposo que ha dañado a la democracia.

Nada más lejano a la verdad. De acuerdo a extensos sondeos de opinión, y a la luz de los relevos en cargos federales, estatales y municipales, el INE ha favorecido el fortalecimiento de la democracia mexicana; una democracia que hoy es asediada por un grupúsculo de políticos oportunistas que quieren reproducir en México lo que tantos dictadorzuelos han hecho en países como Nicaragua, Venezuela o Cuba.

Sin embargo, México está de pie. Y la Corte deberá cumplir con su obligación constitucional.