EL QUE RÍE EL ÚLTIMO, RÍE MEJOR

Tipo: Refrán

Idioma: Español

Enunciado: El que ríe el último, ríe mejor

Ideas clave: Precipitación

Significado: Recomienda no cantar victoria antes de tiempo. También se emplea para aludir a la alegría que se siente al finalizar algo con éxito. Puede tener un sentido irónico, al decirlo quien ha sido el primero en alcanzar algo que pretendía al mismo tiempo un rival.

Marcador de uso: Muy usado

Comentario al marcador de uso: También se dice ‘Quien ríe el último, ríe mejor’

Fuentes: Fuente oral

CENTRO VIRTUAL CERVANTES

Otro berrinche presidencial. Cuando no se entiende que la ley está para cumplirse, la descalificación burda se ofrece de entrada.

Y es que el Plan B trata de burlar la propia Constitución. Así lo veo yo. Ya conoceremos más adelante qué dice la SCJN al respecto. Los ministros tienen la palabra final, claro está.

Por lo pronto, el enojo de López Obrador. Ahora porque un tribunal (el cual forma parte del poder Judicial, por cierto) ordenó restituir a Edmundo Jacobo como secretario ejecutivo del INE.

El sentido de la resolución era obvia. La parte de las reformas legales que quitaron al funcionario electoral estaba teledirigida a Jacobo en específico. Las leyes deben ser hechas para la población en general o para un grupo determinado, nunca dirigidas hacia una persona exclusivamente.

Así, siendo la mencionada especificación inconstitucional y contraria a los derechos humanos, el tribunal reinstaló a Jacobo.

En lugar de enojarse, López Obrador debería exigir contar con un mejor equipo de abogados; que no redacten trapacerías, y lo principal: tener claro que si hacen chicanadas para saltarse la Constitución, estas seguramente serán impugnadas.

Ahora, con la determinación judicial de restituir a Edmundo Jacobo, López Obrador utilizó dos de sus reacciones favoritas: victimizarse —lloriquear, pues— y lanzar apodos —burlarse—. Así, le lanza a Edmundo Jacobo el alias de “El Porfirito”, en clara alusión a Porfirio Díaz quien se aferró más de 30 años en su puesto (la Presidencia de la República).

Pequeño detalle que AMLO pasa por alto: Jacobo ocupa una plaza que, por ley, le corresponde al INE poner o quitar a su titular. El personaje tiene, además, una amplísima experiencia en las funciones que desempeña. Difícil de entender para quien piensa que la experiencia no es importante y que eso de que ‘la ley es la ley’ es puro cuento… O para quien busca continuar minando, erosionando y dinamitando al Instituto Electoral.

Porque destruir la autonomía del INE es lo que busca el gobierno de la 4T y una forma es echar abajo a uno de sus alfiles.

Y si bien en la política se permite casi todo, lo que de plano se volvió deleznable es que, en el proceso, López Obrador se burlara de que Patricia Mercado llorara por lo que pasaba en el INE y con Edmundo Jacobo. ¿Era necesaria la burla y la risa? No, definitivamente no y menos proviniendo del que se supone es presidente de todos los mexicanos (sí, ya sabemos, primero muerto que asimilarse como tal…).

Lo que fue reírse y mofarse de Mercado, con la restitución de Edmundo Jacobo se ha convertido en un ‘el que ríe al último ríe mejor’. Así de canijo el karma.

Desafortunadamente, esto es tan solo un capítulo más en la guerra campal que López Obrador ya lleva un rato desarrollando en contra del INE.

Hoy aún no es tiempo de reír; tampoco de llorar. Sí de levantar la voz por el Instituto Nacional Electoral, por la SCJN, por la UNAM también. López Obrador trae pleito casado con estos poderes, órganos, instituciones autónomos.