Enrique Krauze dijo en Reforma que no puede haber mayor ofensa para alguien de origen judío que ser comparado con Hitler o con lo que este genocida representó. Ese es “un acto de extrema crueldad”, dijo el historiador en julio de 2022 en su artículo “Sobre el antisemitismo”. Enrique expresó tales palabras en el contexto de un debate generado después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamara hitleriano a Carlos Alazraki.

Supongo que el próximo domingo Enrique Krauze cuestionará a Xóchitl Gálvez por haber comparado a Claudia Sheinbaum con un gusano. Este intelectual, estudioso del Holocausto, no ignora que Hitler llamaba “gusanos” a las personas de religión judía. Esta no es la religión de Claudia, pero sí la de sus abuelos, que como los de Krauze salieron de Europa por la persecución nazi.

Otro intelectual mexicano, más joven, Genaro Lozano dijo en la red social X, que por cierto todo el mundo sigue llamando Twitter: “La descripción de la oponente como ‘gusano’ desnuda la calidad moral de la candidata del PAN. Hace una semana criticó a Fox por violencia política en razón de género. Hoy Xóchitl cruzó una línea inadmisible”. Esa línea la había cruzado antes Vicente Fox cuando llamó a Sheinbaum “judía búlgara”.

A Lozano le respondió un estratega del frente PRI, PAN, PRD, Fernando Belaunzarán: “Se escandaliza por una imagen socarrona de referencia tácita. Dice que es internacionalista, pero hoy exhibe su aldeanismo populista”. En otro mensaje el aliado de Xóchitl comentó que su candidata solo bromeó con un gusanito.

Aldeanismo el de quienes, como Belaunzarán, ignoran la historia universal. Así que el politólogo Genero Lozano rápidamente puso en su lugar al poco instruido colaborador de Xóchitl. Le demostró que el tal gusanito no es un chiste, sino —uso palabras de Krauze— “un acto de extrema crueldad” que lastima a toda la comunidad judía mexicana:

“Fernando. Aquí un referente del uso de esa imagen que te parece inofensiva y una exageración”.

“En la Alemania nazi se usó esa figura para perseguir una identidad. Después para su genocidio. Deshumanizar al oponente, usado por fascistas”.

“Justo en la semana en que Xóchitl criticó a Fox por violencia política en razón de género”.

“Eso es lo que estás defendiendo”.

Lozano dio a conocer la imagen nazi de un gusano judío.

Gusano antisemita

La verdad de las cosas es que, como me dijo alguien en una conversación de ayer en la noche, “un mecanismo históricamente muy usado para promover el genocidio o exterminio de una etnia o grupo social adverso es dehumanizarlos equiparándolos con algún tipo de animal despreciable. Por ejemplo, la propaganda Hutu equiparaba a los Tutsi con cucarachas para promover la masacre en Rwanda, o los nazis a los judíos con cerdos, gusanos o ratas. Es bien complejo el tema... puede haber ingredientes de racismo, clasismo, fanatismo religioso”.

La persona que me escribió lo anterior me envió información sobre el Judensau, el cerdo judío de una parroquia alemana de 700 años de antigüedad, donde alguna vez predicó Martín Lutero. Aquí una foto:

Iglesia alemana con símbolos antisemitas

La iglesia de Wittenberg no ha quitado ese cerdo, que se puso ahí en el año 1300, porque lo considera histórico y parte de su herencia.

Pero la iglesia algo ha hecho para compensar al ofensivo judensau en el que un rabino levanta la cola de una cerda que da de mamar a niños judíos. En 1988, después de consultar con la comunidad judía alemana, la parroquia de Wittenberg colocó una placa en el suelo que recordaba a los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto.

¿Recuerda Enrique Krauze estas palabras de Mi lucha? “¿Es que había un solo caso de escándalo o de infamia, especialmente en lo relacionado con la vida cultural, donde no estuviese complicado por lo menos un judío? Quien, cautelosamente, abriese el tumor, habría de encontrar algún judío. Esto es tan fatal como la existencia de gusanos en los cuerpos putrefactos”.

Enrique seguramente ha leído eso: siempre estudioso, debe haber analizado a fondo Mi lucha para entender las razones del antisemitismo nazi. ¿No le dedicará Krauze al menos una línea de crítica al antisemitismo insultante de la candidata presidencial del PRI, PAN, PRD?

Por cierto, Enrique no ignora —cito sus palabras— que durante el nazismo “no pocos militantes del PAN apoyaron a las potencias del Eje”. Ya sabemos lo que fue el Eje: una coalición de países fascistas encabezada por Hitler. ¿Es el modelo que inspira a la coalición que postula a Xóchitl Gálvez llamada con cursilería Fuerza y Corazón por México?

La persona que me recordó el judensau de la iglesia de Wittenberg en Alemania, también me hizo llegar una nota sobre Ruanda: el encarcelamiento de Léon Mugesera, que predicó el genocidio de las cucarachas tutsis. En 1992 Mugesera dijo que los tutsis eran “cucarachas” y pidió su exterminio.

Dirán que hay mucha distancia entre los cerdos, los gusanos nazis y las cucarachas tutsis y la reciente comparación que Xóchitl hizo de Claudia con un gusano. Pero las expresiones fascistas no pueden ni deben tolerarse. Menos aún si obedecen a la llegada de publicistas con técnicas hitlerianas al equipo de campaña del frente PRI, PAN, PRD. Terrible que estos partidos y su candidata, para intentar remontar una diferencia de entre 35 y 52 puntos en las encuestas, se dejaran convencer de utilizar ofensas patentadas por un genocida.

Pero, bien lo dice Andrés Manuel, el pueblo es sabio. Tales insultos van a terminar por consolidar la bastante amplia ventaja de Sheinbaum.