No obstante los negativos presagios ofrecidos por la pandemia en 2020, la economía mexicana parece dirigirse hacia buen puerto. El lector recordará que tras la irrupción del virus, el país fue obligado a confinarse, los negocios cerraron, los estudiantes interrumpieron sus estudios, millones de empleados fueron despedidos, pequeñas y medianas empresas quebraron, y en general, México- y el mundo- fue sumergido en un pozo económico sin fondo que amenazaba com hipotecar el futuro de las próximas generaciones.

Sin lugar a dudas, así ocurrió a lo largo del aciago 2020. Sin embargo, la economía, como todo ciclo, superará eventualmente la caída y entrará en un proceso de recuperación quizá tan agudo como el sufrido en términos negativos hacia inicios del año pasado.

Según serias estimaciones realizadas por instituciones financieras y especialistas, la economía crecerá en 2021 entre un 5 y 6 %. Ciertamente, estos dígitos parecerían de ensueño si se tratase de un ciclo económico regular. Desafortunadamente, se tratará de un alto crecimiento surgido de los escombros económicos del año fiscal previo.

La economía mexicana, en este sentido, decreció un 8% en 2020, por lo que el crecimiento esperado para 2021 no alcanzará para recuperar el estado de la economía existente previo al inicio del confinamiento. En otras palabras, no se recuperarán los empleos perdidos, ni será posible la reapertura de las medianas empresas quebradas ni saldrán de la pobreza los mexicanos de clase media que se vieron privados de los magros ingresos que percibían; o al menos, no por ahora.

¿México se recuperará previo al covid-19?

En este contexto, se prevé que la economía recuperará su estado previo al covid-19 hasta el 2022. Esto significa que no será hasta algún momento del próximo año fiscal cuando los mexicanos comencemos a percibir un mejoramiento del estado de nuestros bolsillos; ciertamente, no un muy positivo estado pues la economía se había efectivamente contraído durante el primer año de gobierno del presidente López Obrador en relación con el período de su antecesor.

Estas noticias pueden parecen medianamente halagüeñas, y muchos deberán hacer frente a largos meses más de incertidumbre y desasosiego. Los más extensos estados de la República no han transitado hacia el ansiado semáforo verde, la vacunación avanza lentamente y el gobierno del presidente AMLO no implementa buenas políticas en materia de recuperación económica.

Sin embargo, hoy la economía mexicana parece ver, si bien aún en la mediana distancia, una salida decorosa a la pesadilla impuesta por la pandemia, y dentro de los males México y el mundo están encaminados hacia un mejor futuro. Esperemos, empero, que los resultados de las elecciones del próximo 6 de junio no representen un obstáculo para nuestro naciente optimismo.