“El odio que sentí
 nacer al mismo tiempo 
que nuestro amor,
 me hará salir de tu alma
 más pronto que la luz,
 más de prisa que el sueño,
 con mayor precisión
 que el ascensor más raudo:
 el odio que el amor
 esconde entre las manos.”

JAIME TORRES BODET

Las eeeeternas víctimas ahora claman por una “sanción” que se ganaron a pulso. El durísimo castigo (Uy, qué miedo, diría Chico Che), tras sentencia del TEPJF, es que no deben participar en mítines. Es decir, el Tribunal confirmó la medida cautelar del INE para que diversos servidores públicos se abstengan de realizar actos de proselitismo anticipado de cara a las elecciones del 2023 y del 2024.

Fieles a su estilo, no obstante, varios “connotados” personajes del obradorismo publicaron una misiva donde muestran su desacuerdo (y su previsible desacato). En su desplegado firman con un “es un honor luchar con Obrador”. O sea que pasamos del “es un honor estar con Obrador” a justificar una lucha en la ilegalidad de la que no nos habíamos enterado…. Lástima que los morenistas sean los primeros en no entender la máxima del tabasqueño “abrazos, no balazos” y se decanten por la LUCHA.

¡Fuera máscaras! AMLO debiera llamarles la atención. Más eso no sucederá. De hecho, el sueño de los cuatroteros, empezando por el Ejecutivo federal, es pisotear la ley a placer, sabotear al INE y, de ser posible, desaparecerlo.

Son los primeros en conocer con precisión la frontera entre lo legal y lo ilegal en los actos anticipados de campaña (¡ellos diseñaron y votaron la ley!) y aún así retan al INE, lo saturan de impugnaciones y, ante la opinión pública, buscan erosionar su autoridad con desplegados y actitudes más dignas de unos chicos malcriados a la de unos demócratas convencidos.

Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal deberán abstenerse de organizar y participar eventos proselitistas. La orden es también para Ignacio Mier, Evelyn Salgado y Mario Delgado líder de Morena. Quedaron fuera de esta abstención Andrés Manuel López Obrador, Ebrard y otros 22 morenistas. Destaca el caso del canciller. Si bien la resolución en principio abarca a TODOS los políticos, la referencia específica frenó a tres “corcholatas” de Morena, pero no a Ebrard (quien tampoco firmó el desplegado en cuestión). ¿Ha contado con mejores abogados electorales?

Pero ya le llegará a él también su turno ya que Ebrard sí participó en uno de los eventos que a los otros se le sancionan, además del destape en Jalisco y las recientes giras abiertamente proselitistas en Guerrero y Chiapas.

Los morenistas (y una que otra figura de Acción Nacional, PRI, PRD y MC) no han entendido que lo único que se busca es que las contiendas sean parejas y respetar la ley.

En concordancia con eso de “no me vengan con que la ley es la ley”, los morenistas amonestados demostraron que brincarse la normatividad electoral les tiene sin cuidado. Los lopezobradoristas fueron quienes pusieron este tipo de restricciones, pero ahora que son gobierno, de pronto ya no les gustan. Han llegado al extremo de que el secretario de Gobernación (quien se supone debería ser el que más cuide de la regulación electoral) mente a todo pulmón: “Si me corre el INE no importa, porque lo van a desaparecer los diputados”.

Error de forma y fondo. Por un lado admitió a la inexistente autonomía de los legisladores morenistas del ejecutivo federal. Por otro, lanzó una amenaza bastante abierta contra del INE. Y, por si fuera poco, demostró que no sabe contar (por aquello del número de diputados que se requieren para una reforma constitucional que desaparezca al INE). Por mucho menos, los hoy cuatroteístas ya habrían pedido la remoción del titular de Gobernación. En la 4T no hay honestidad.

¿Qué clase de autoridades son esas? Debemos pensar con absoluta seriedad lo que este tipo de individuos significarán para el futuro de la nación.

Y sí, “en concordancia” con esto último (si puede existir tal cosa), la propuesta de reforma electoral morenista busca una cosa: desaparecer al INE. Llevar a las elecciones a perder su imparcialidad para favorecer al partido en el poder (así como fue hasta antes de los 90s).

Si están tan seguras las corcholatas de su triunfo (nada difícil, hay que decirlo), ¿por qué eliminar al árbitro que los vio llegar al gobierno hace apenas cuatro años?

Vergonzoso que quienes se han beneficiado de un ambiente de democracia y fueron electos por los ciudadanos, hoy busquen destruir su sustento.