AMLO gobierna mediante la narrativa. Con sus discursos matutinos, el presidente busca diariamente orientar la opinión pública, hablar a sus bases, aumentar su popularidad, y en suma, ejercer el poder presidencial. Lejos en el tiempo han quedado pues los tiempos cuando el jefe del Estado mexicano implementaba verdaderas políticas basadas en la realidad y en la evidencia empírica.

En el caso del Estado de México, la mayoría de las encuestas de opinión colocan a Delfina Gómez con una ventaja promedio de diez puntos sobre Alejandra del Moral. Si optamos por creer en los sondeos, la ex secretaria de Educación Pública ganará los comicios con una amplia ventaja. Con miras a estas elecciones estatales, la principal pregunta ha sido lanzada al aire: ¿Cuál será la postura de AMLO ante los resultados de los comicios? Yo veo tres escenarios.

  • Delfina gana con un amplio margen. AMLO, al día siguiente, se jactará de la aceptación de la 4T en el Estado de México, y cómo su movimiento ha ganado los corazones de los ciudadanos, pues ha desterrado -AMLO dixit- el neoliberalismo y las prácticas de corrupción del pasado
  • Delfina gana con un margen estrecho. AMLO, el 5 de junio, saldrá sonriente en la mañanera anunciando que hubo un intento de fraude perpetrado por el INE y por los partidos de oposición, pero que, a pesar de sus acciones, el movimiento salió bien airado y que la “intachable” Delfina y su equipo vencieron no obstante la manipulación de las actas electorales. Este escenario sería, en realidad, ideal para la narrativa lopezobradorista, pues Morena habrá ganado el Estado de México, y a la vez, alimentará la mañosa narrativa dirigida a desmantelar a las autoridades electorales.
  • Gana Alejandra del Moral. Si los mexiquenses salen masivamente a votar el 4 de junio y la candidata de la alianza gana la elección, AMLO denunciará fraude y lanzará todo su arsenal discursivo para descalificar al INE, al Instituto Electoral del Estado de México y, desde luego, a los partidos de oposición supuestamente coaligados para privar a la honesta Delfina de su legítimo triunfo. La victoria de Del Moral, si se produce, sería ciertamente con un margen estrecho, lo que daría argumentos jurídicos y narrativos para que AMLO azuzase a sus bases y alimentara la animadversión hacia las autoridades constituidas.

Estos son, a mi juicio, los tres escenarios posibles rumbo a las elecciones del próximo domingo. En todo caso, lo que sí sabemos es que AMLO, por ningún motivo, reconocería el triunfo de Del Moral, y echaría mano de todo el poder presidencial para provocar una crisis postelectoral, como lo ha hecho desde que el personaje apareció en la vida pública. Lo hizo en Tabasco en 1994 y tras sus derrotas en 2006 y 2012, y no titubeará en hacerlo en 2023, y desde luego, en 2024.