El día llegó, la Asamblea de Dueños de la Liga MX se reunió para determinar el futuro del Querétaro FC, y para muchos la determinación que tomaron los de pantalón largo fue una decisión timorata e ineficiente, en el corto, mediano y largo plazo; sin embargo lo hecho ya está hecho, en el sentido de las implicaciones, en lo que a nosotros nos atañe, como un podcast que habla de futbol femenil.

Las jugadoras de Gallos Femenil se vieron afectadas de una forma inaceptable e injusta, ya que una de las determinaciones que en dicha Asamblea se decidió hacer válida, tiene que ver con el veto que el estadio de La Corregidora tendrá por un periodo de un año, en el que el equipo local no podrá recibir público para sus partidos en casa.

Pero el tema es que esta medida también les atañe a las distintas categorías del club, como es el caso del equipo femenil. Y es aquí donde surge el verdadero problema y, sobre todo, por la injusticia que esto significa, porque el representativo femenil del equipo queretano ni siquiera jugaba sus partidos en el estadio en donde se suscitaron los lamentables hechos.

Gallos Femenil se había convertido en el primer equipo de la Liga MX Femenil que tenía su propio estadio, en donde disputaban sus juegos como local. A partir de este torneo - el Clausura 2022 -, el estadio de La Corregidora, así como las instalaciones deportivas del club utilizadas para entrenamientos, ya no eran los sitios en los que se llevaban a cabo los partidos de las queretanas.

Ahora, con las medidas tomadas el día de ayer por la gente dueña del negocio del balón, el Querétaro Femenil tendrá que renunciar a su casa y a su estadio, lo que implica que en este tema tan sensible están pagando justas por pecadores. En este aspecto, es bien importante señalar que la Liga Femenil todavía es muy diferente a la Liga Varonil, ¿por qué? Porque las aficiones que acuden a los estadios a ver a los equipos femeniles generalmente son muy distintas, en contraste con los aficionados que van a los mismos recintos, pero para ver a los equipos varoniles.

Es decir, la rama femenil cuenta con su propia afición, una muy familiar que acude al estadio a disfrutar del espectáculo en un ambiente de paz, por lo que, de paso, tampoco tendría por qué ser responsable de tener que asumir las determinaciones que se han tomado por el comportamiento de unos inadaptados sociales, que causaron un lamentable episodio en un juego y en un estadio de la Liga Varonil.

Hoy Querétaro Femenil no cuenta con la apertura de su propio recinto deportivo; hoy, también queda demostrado que a la hora de tomar decisiones los dueños del negocio, ni siquiera atinan a pensar en todas las repercusiones que pueden causar sus decisiones siempre basadas en sus intereses económicos.

Desde Las Amazonas Podcast hacemos la propuesta de que Gallos Femenil, quizás no tenga un estadio para sus juegos de local, pero en cada plaza en la que se presente - para sus partidos de visita -, ese será su Estadio. Acá en San Nicolás, El Volcán las va a arropar.