En materia económica, el segundo piso de la 4T ya se está consolidando. Se percibe una pérdida de dinamismo, las expectativas de crecimiento se desvanecen día con día y, mientras la desigual distribución del ingreso se agudiza, la riqueza se concentra en manos de los oligarcas de siempre y de una nueva élite cercana al poder.

Si bien algunos indicadores económicos se mantienen estables, lo cierto es que muestran un desempeño mediocre. Pronósticos oficiales señalan que el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum apenas alcanzará un crecimiento de 0.8%, ni siquiera el 1%; y en un peor escenario, la CEPAL estima un crecimiento de apenas 0.3%, que coloca a México en el penúltimo lugar de América Latina, solo por encima de Cuba y Haití que registrarán un decrecimiento. Argentina con (5%), Panamá (4.2%), Paraguay (4%) y República Dominicana (3.7%) son los países que lideran la región.

Estatismo que asfixia

Gerardo Esquivel, destacado economista cercano a la 4T, doctor en Economía por Harvard, exsubsecretario de Hacienda y ex vicegobernador del Banco de México, en un artículo denominado “Ya no espanten a la inversión” advierte que la inversión —tanto nacional como extranjera— es clave para el desarrollo; sin embargo, las políticas restrictivas del actual gobierno, de corte estatista y autoritario, están asfixiando la economía:

“Es prácticamente un hecho que la economía crecerá en 2025 por debajo del ritmo de crecimiento de la población (alrededor de 0.8%), con lo que acumularemos ya siete años de estancamiento del ingreso per cápita. Para todos debería ser claro que seguir en esta ruta es indeseable. Si bien es cierto que el crecimiento no implica desarrollo, también lo es que no puede haber desarrollo donde no hay crecimiento sostenido”.

El economista sustenta su visión con datos alarmantes: el consumo privado cayó -0.1% en julio de 2025 comparado con el mismo mes de 2024 y en el acumulado de los primeros siete meses del año, la baja es de -0.4%, pero lo más preocupante, es el desplome en la inversión. La inversión total cayó -7.2% en julio respecto a 2024, y en lo que va del año, la disminución acumulada es de -6.8 por ciento. La inversión privada bajó -5%, mientras que la inversión pública se contrajo en un grave -22 por ciento.

Las columnas más leídas de hoy

Incertidumbre para las inversiones

El entorno político ha aumentado la incertidumbre para el sector privado. Las reformas al Poder Judicial, la eliminación de órganos autónomos y la reciente modificación a la Ley de Amparo han generado señales negativas.

El IMSS reportó la baja de 34 mil patrones y, para abril de 2025 se habían perdido más de 92 mil empleos formales. Frente a ello, un implacable crecimiento del empleo informal que llegó a casi 260 mil plazas. Lo cual indica que más del 54% de la población ocupada labora en condiciones de informalidad.

La tormenta no solo es interna

México enfrenta presiones externas que también están siendo manejadas con una visión ideologizada, que debilita la capacidad de negociación y la atracción de inversiones.

El representante de Comercio de EE. UU., Jamieson Greer, declaró que Washington no iniciará negociaciones para actualizar el T-MEC hasta que México cumpla con sus compromisos en energía, telecomunicaciones y agricultura:

“México ni siquiera está cumpliendo con partes importantes”, afirmó y luego cuestionó el formato trilateral: “¿Por qué empaquetamos todo junto? Muchas negociaciones futuras serán bilaterales”.

Tras reunirse con el primer ministro canadiense Mark Carney, el estadounidense Donald Trump no descartó reemplazar el T-MEC por acuerdos bilaterales. Incluso propuso que, a partir del 1 de noviembre de 2025, todos los camiones medianos y pesados que crucen EE. UU. con destino a otros países paguen un arancel del 25 por ciento.

Lo más inquietante es que el gobierno mexicano parece no percatarse del contexto en Washington. Trump también enfrenta presiones internas.

El 5 de noviembre, la Corte en EE. UU. determinará la legalidad de sus medidas de emergencia en materia arancelaria y es probable que se las revoquen. Si eso ocurre, fiel a su estilo, reaccionará con una estrategia aún más agresiva y México podría convertirse en blanco de nuevas represalias comerciales.

Todo indica que la tormenta económica que se avecina tiene potencial para causar serios daños. Entre el estancamiento interno, la caída de la inversión, la pérdida de empleos formales, el aumento de la informalidad y los frentes abiertos con EE. UU., la situación demanda un cambio de rumbo.

México no puede seguir apostando a la improvisación, al estatismo de corte ideológico ni al conflicto con los motores productivos. Es momento de pensar con visión de Estado y de construir puentes con el sector privado y con nuestros socios comerciales para evitar grandes daños en caso de que la tormenta perfecta se materialice.

La historia económica reciente nos ha enseñado que los ciclones financieros no perdonan. Y el que viene, ha dejado una serie de señales de que ya se está formando.

X: @diaz_manuel