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El Fondo Monetario Internacional (FMI) es un organismo creado en la conferencia internacional que se reunió en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en julio de 1944. el propósito de la institución es el promover la cooperación internacional en la esfera monetaria y prestar tanto asesoramiento sobre política económica como asistencia técnica para ayudar a los países a que construyan y mantengan una economía sólida. También otorga préstamos y colabora con los países en la formulación de programas destinados a resolver problemas de balanza de pagos.

México es miembro activo del FMI desde su fundación y ha contribuido a ese organismo que forma parte del sistema de las Naciones Unidas, con cuotas muy elevadas, que en un principio eran pagadas con oro, cuando ese metal desempeñaba una función primordial como patrón del valor de divisas del sistema monetario internacional y después con el pago principalmente con dólares estadounidenses; a cambio el país latinoamericano ha recibido de la entidad financiera recetas en política económica que en muy poco han contribuido al crecimiento económico y bienestar de la población en general y por el contrario han empobrecido a un gran número de personas aumentando la desigualdad social, favoreciendo la concentración de la riqueza y la monopolización del mercado de casi todos los sectores de la producción por un puñado de corporativos privados.

El patrón oro desempeñó un papel decisivo en el sistema monetario internacional hasta 1973, cuando se desintegró el mecanismo de tipos de cambio fijos creado en los acuerdos de Bretton Woods. Desde entonces, su influencia ha menguado. Pero continúa siendo un activo importante en las tenencias de reservas de varios países, y el Fondo Monetario Internacional aún es uno de los mayores tenedores oficiales de oro del mundo.

El motivo principal de la desintegración del patrón oro fue que en la década de los sesentas del siglo pasado el gobierno francés acumulo una gran cantidad de dólares norteamericanos que supuestamente estaban respaldados por ese metal, por lo que el país europeo exigía intercambiar ese papel por el oro, pero esto no era posible por lo que tuvo que hacer cambios en la política monetaria.

La segunda enmienda del Convenio Constitutivo del FMI, aprobada en abril de 1978, modificó de raíz la función del oro en el sistema monetario internacional, eliminando su uso como denominador común del sistema de tipos de cambio posterior a la Segunda Guerra Mundial y como base para la valoración de los Derechos Especiales de Giro (DEG).

El nuevo modelo de ingresos acordado en abril de 2008, por la institución que dirige actualmente Kristaline Geogieva se utilizaron las ganancias provenientes de las ventas limitadas de oro para crear una dotación de fondos y ampliar la capacidad del FMI para otorgar crédito concesionario a los países de bajo ingreso que reúnen los requisitos a tal efecto.

El pleno del Senado mexicano aprobó en marzo del 2012 una solicitud del Gobierno del hoy expresidente Felipe Calderón para elevar en 145.8% la cuota que el país aporta al Fondo Monetario Internacional. Como parte de una reforma aprobada por una mayoría de los miembros del FMI en el 2010, México elevó su cuota al organismo crediticio internacional a 8,912.7 millones de los llamados Derechos Especiales de Giro, desde los 3,625.7 millones de DEG vigentes desde marzo de este año, equivalentes a 14 mil 37 millones 700 mil dólares.

Con ese incremento, la participación de México en relación con las cuotas totales del organismo pasó de 1.52% a 1.87%, lo que implica que la posición de México subió del lugar 16 al 14, así como que aumentó su poder de voto de 1.47% a 1.80%.

La contribución que paga México por los Derechos Especiales de Giro al FMI, no es la única cuota que entrega el país azteca al organismo internacional para tener acceso a créditos de la institución financiera internacional.

El gobierno de México pagó en noviembre de 2019 al Fondo Monetario Internacional 159 millones por solo tener acceso a la Línea de Crédito Flexible por 61 mil millones de dólares, por una vigencia de dos años.

Para realizar esta operación el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T) recurrió al Banco de México para intercambiar pesos por dólares de las reservas internacionales que tiene la Banca central.

Hasta la fecha la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha tenido la necesidad de hacer uso de ese crédito flexible, pero el próximo mes de noviembre tendrá que renovar el convenio y pagar al FMI para seguir teniendo acceso a esos recursos.

La Junta de Gobierno del Fondo Monetario Internacional anunció el 2 de agosto pasado, mediante un comunicado de su directora Gerente, Kristalina Georgieva la decisión histórica de hacer una “asignación general” de 456.5 mil millones de Derechos Especiales de Giro a los países miembros de esta institución financiera global. Esta cifra equivale a 650 mil millones de dólares, mismos que serán asignados el 23 de agosto a los 190 países miembros conforme a sus cuotas de contribución relativa.

El presidente López Obrador dijo hace unos días que podría pagar deuda pública anticipadamente con recursos del Fondo Monetario Internacional provenientes de la ampliación de la asignación general para México de 12 mil 200 millones de DEG al que tiene derecho el país por sus contribuciones que paga al organismo y como miembro del organismo internacional.

El Gobierno mexicano ha pagado y sigue pagando mucho por ser miembro del FMI y es justo que los DEG que ya fueron liquidados con recursos de los contribuyentes mexicanos, sirvan para pagar anticipadamente una deuda y así dejar menos compromisos financieros a generaciones futuras y liberar recursos presupuestarios para otros menesteres diferentes al pago del servicio de la deuda.