Marcelo Ebrard hizo como que marchó con su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no fue así. Acudió a “la marcha” así a secas, como seco es el hombre.

Y es que en todos sus tuits, el canciller llamó a la marcha de Andrés Manuel, simplemente “la marcha”.

No quiso nunca expresar que él estaba en la marcha del presidente Andrés Manuel apoyándolo, y yo creo que de pronto él se inventó que esa podía ser su marcha, porque poco estuvo marchando junto al presidente, o por lo menos no hubo la foto que dejara testimonio de eso, mucho menos se le vio marchando con sus rivales corcholatas, solo un breve acercamiento con ellos y después, adiós.

Lo que sí publicó en sus redes fue que él marchó… para él. Se sacó selfies con la gente por doquier y parecía que todo se trataba de él… era su marcha, era su momento de brillar. No importaba que el del momento estelar fuera su jefe Obrador.

Digamos que creo que aprovechó la marcha para publicitarse. Pero muy de lejitos del presidente, eso sí.

De plano fue muy evidente, no quiso acercársele. Porque imagino que el presidente lo habrá invitado a estar dentro de su círculo más cercano durante esta marcha. Pero no estuvo, no quiso.

Lo que sí hubo fue un escupitajo hacía Ebrard. Aún no queda claro quién se lo profirió. Es difícil pensar que haya sido alguien de la oposición. En ese caso hubieran agredido al presidente. Pero más bien fue por parte del obradorismo más duro, ese que intuye que Marcelo no quiere a su líder y que peor aún, ha tenido intentos de traicionarlo en repetidas ocasiones y ha querido jugarle chueco digamos.

Otros dicen que pudo venir de los seguidores de otras corcholatas… Haya sido como haya sido estuvo mal y fue algo muy bajo y yo creo que no le abona en nada a la carrera por la Presidencia en el 2024 al distinguido Marcelo Ebrard.

La calle es la calle y ahí hay manifestaciones de amor, pero también de repudio como se pudo ver.

Creo que este es el principio del fin en Morena del canciller. A menos que surja otra cosa nueva pero no va a pasar nada diferente: Claudia Sheinbaum seguirá contando con todo el apoyo del presidente para llegar a ser presidenta. Claramente caminó hombro con hombro con Andrés Manuel y eso no lo logró ni Obama. Porque por ahí las caritas desdibujadas de Adán Augusto y de Mario Delgado, que marcharon no junto al presidente sino detrás del presidente, dice mucho. Es decir: Ni quien los pele.

A Monreal casualmente le salió un viaje “de última hora” y horas antes empezó a circular una foto de él con gente del PAN. Así que ya verán por dónde viene la cosa.

Hasta el Zócalo llegaron con Obrador don Adán Augusto y Claudia Sheinbaum, pero no llegó Marcelo.

¿Será que andaba ofendido? ¿O se perdió ? A nadie pareció importarle, mucho menos al pueblo que fiel a su líder se mantuvo casi 6 horas caminando junto con él.

Nadie extrañó a Marcelo Ebrard, es la verdad. Creo que es evidente que ya no tiene cabida en Morena. Él lo sabe desde hace tiempo pero evidentemente salirse de ahí es dejar de percibir un sueldo por demás jugoso, y no encuentra para dónde hacerse.

Marcelo marchó para él y nada más. Eso fue más que obvio y eso lo sabe el presidente y la verdad eso no se vale.

Aprovechó que sería visto por miles y por eso se colgó de la marcha.

Al menos los otros intentaron no despegarse del presidente. Marcelo Ebrard ni el intento hizo.

Pero en fin… nada de esto mancha ni afecta al presidente, quien he de reconocer salió limpio de esta marcha. Y aunque no se puede negar la existencia de miles de acarreados, el presidente llegó con saldo blanco a un no tan abarrotado Zócalo.

Pero nos queda claro que muchos le adoran o fingen adorarlo, sigo intrigada queriendo saber por qué le aman tanto. Creo que nunca lo sabré .

Finalmente, ya saben personalmente lo que pienso de esta marcha:

  1. No será para bien del país en ningún sentido.
  2. Ese dinero, eso que tanto costó debió de haber sido destinado a la salud de las y los mexicanos.

Mi única sensación es que me hubiera gustado que todos estuviéramos unidos. Que aquellos que marcharon con el presidente pudieran alguna ves marchar con los que exigimos mejoras en el país, con quienes pedimos que el INE no se toque, con quienes pedimos distribución de medicamentos oncológicos para cientos de enfermos con cáncer .

Aquí el único que ganó fue el presidente.

Después de esta marcha nada cambia para los que marcharon con su líder.

El pueblo bueno seguirá todos los días saliendo a partirse el alma por llevar alimento a sus casas y por tener una cama de algún hospital para ser dignamente atendido. No ganaron nada más que una torta y un frutsi.

Es decir que en esta marcha quedó claro que eso es permitido y que se vale hacerlo aún a costa del erario.

Aquí el que perdió fue Marcelo Ebrard, perdió la honra y la dignidad pero también se le vio como un hombre ventajoso y trepador, así es como quedó.

Ya nadie lo considera para ser presidente, a menos que haga un cambio de timón de 180 grados.

Veremos qué sucede y cómo reacciona el presidente (por cierto ¡qué condición física tiene!) ante la agresión sufrida hacia su canciller. Finalmente es miembro de su gabinete. Seguro emitirá alguna postura pero tampoco creo que se haya enfurecido muchísimo por el escupitajo hacia Marcelo.

Ebrard le ha venido jugando un tanto sucio y el presidente ya se dio cuenta.

Veremos ahora en qué termina esto que alguna vez empezó como la relación entre un príncipe y su rey.