Resulta extraño cómo el Tribunal Estatal Electoral determina la residencia de los candidatos. Tener un documento del INE y un comprobante de domicilio es suficiente para cumplir un requisito esencial para poder aspirar a una candidatura local.

Le doy un ejemplo de algo que tiene un sentido similar. Una persona que trabaja en una compañía de esas emblemáticas en Nuevo León fallece. Esta empresa tiene un seguro de vida. La persona no tenía un papel firmado con su pareja demostrando que tenían viviendo juntos más de 5 años para demostrar el concubinato. Al ser vecinos de una colonia donde todos se conocían, la juez de barrio podría dar fe de que estas personas tenían más de 5 años viviendo juntos. Con las condiciones de la póliza, la pareja de la persona que había fallecido pudo recibir lo que le correspondía de la póliza de vida de su concubino.

En la parte de los candidatos, ¿por qué no se presentan estas pruebas? ¿Por qué no hay una constancia de los vecinos de que la persona vive en el lugar donde se está certificando la residencia?

Le doy otro ejemplo, uno de mis parientes no tenía su certificado de primera comunión para confirmarse y después poder casarse por la iglesia católica. Para conseguir que le dieran ese certificado, mi pariente llevo un recuerdito de la primera comunión con la fecha y una foto de ese día. Con eso se comprobó que se había hecho ese sacramento y se pudo expedir el documento de la confirmación.

Otra más, cuando una persona que manifiesta la religión católica y se va a casar hacen algo que se llama amonestaciones. En estas amonestaciones se publica una foto de la pareja que pueden ver los feligreses y comprobar si están casados, tienen amante o cualquier cosa que impida el matrimonio. Las amonestaciones son para compartir la felicidad de una pareja que se va a casar, pero también para que la comunidad lo sepa y advierta a los que se van a casar y a la iglesia sobre alguna cosa chueca que se sepa.

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La iglesia también hace una investigación en todas las diócesis para saber si la persona ya se casó anteriormente. Esto depende de que tantos requisitos tenga la iglesia donde se planean casar, pero si se hace una investigación a conciencia.

A lo que voy, es más fácil que la misma comunidad determine si el candidato vive o no donde dice vivir. La gente, sobre todo en Monterrey, sabe dónde vives, que haces y casi casi a que horas llegas a tu casa.

En donde he vivido me conocen los vecinos y ellos mismos podrían decir si vivo ahí o no. En donde he vivido tengo fotos, tal vez menos que las que tengo ahora pues actualmente hay una facilidad increíble para tomarlas.

Un comprobante emitido por el INE y un comprobante de domicilio no es suficiente para determinar que una persona es residente de un municipio.

Ya es muy tarde para hacerlo pues todos los candidatos han “comprobado” su residencia y no se de ninguno que se le haya retirado la candidatura por ese requisito que se puso porque la mayoría de los candidatos que buscan puestos para los municipios de la zona metropolitana no vivían en el municipio para el que se postulaban. Muchos de estos candidatos vivían en San Pedro Garza García.

Hoy, se supone, todos los candidatos viven en los municipios que pretenden dirigir. Si además de esas pruebas, se les pregunta a los vecinos de los domicilios donde dicen vivir, nos llevaríamos grandes sorpresas y veríamos la gran falla del TEENL.

¡Animo!