La Red Internacional de Investigación y Práctica en Liderazgo Educativo (Interleader), en colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad Andrés Bello (FE UNAB), el Centro Saberes Docentes de la Universidad de Chile (CSD UCHILE) y la Facultad de Educación de la Universidad Católica Silva Henríquez (FE UCSH), organizaron y realizaron el “VII Simposio Internacional de Liderazgo Educativo” 2025 (SILEd); el “IV Seminario Internacional e Interuniversitario de Liderazgo y Mejoramiento Escolar” (SELIMES); y el Seminario Internacional “Liderazgo y Desarrollo Profesional Docente en la Educación Media Técnico-Profesional” (EMTP), eventos que se verificaron los días 4, 5 y 6 de septiembre en Santiago de Chile.

El VII Simposio Internacional de Liderazgo Educativo 2025 tuvo como propósito central consolidar un espacio académico de carácter internacional orientado a la reflexión crítica, el diálogo interdisciplinario y el intercambio de saberes en torno al liderazgo educativo, las políticas públicas educativas y las prácticas pedagógicas alternativas, en un contexto social marcado por los desafíos que enfrentan los sistemas educativos contemporáneos.

En esta edición, el simposio se enfocó en cinco ejes prioritarios: 1. La reflexión sobre los desafíos estructurales de la educación, como la segregación escolar, la inequidad en el acceso y la calidad educativas, y el rol del liderazgo en su superación. 2. El análisis del vínculo entre liderazgo escolar y políticas públicas educativas para su implementación efectiva en contextos diversos. 3. La integración de tecnologías de la enseñanza, desde una perspectiva de liderazgo pedagógico que impulse la transformación digital en los centros educativos. 4. El desarrollo profesional docente continuo, a través de espacios de formación e intercambio de experiencias que respondan a las necesidades de los educadores. Y 5. La difusión de investigaciones sobre modelos de liderazgo educativo, gestión escolar y análisis del currículum, a efecto de fortalecer la colaboración entre investigadores, profesionales de la educación y responsables de políticas públicas.

El simposio se configura como una instancia clave para avanzar en el fortalecimiento de capacidades, la producción de conocimiento relevante y la articulación de redes internacionales comprometidas con la mejora continua y sostenible de la educación.

En los documentos principales de estos eventos académicos, se señala que “El liderazgo pedagógico, cuando es inclusivo, colaborativo y centrado en el aprendizaje, tiene el potencial de influir directamente en las culturas escolares, el clima institucional y los resultados de aprendizaje. Asimismo, la formulación e implementación de políticas públicas integrales, junto con el fortalecimiento de las capacidades de los líderes escolares y la formación continua del profesorado, son elementos indispensables para avanzar hacia una educación más justa, democrática y pertinente”.

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Una de las preguntas más importantes que se formularon durante este conjunto de eventos académicos, fue: ¿Cuáles son los avances teóricos, metodológicos y de aplicaciones específicas en las escuelas en torno a la gestión y el liderazgo educativo con un enfoque democrático? La respuesta es que las tendencias mundiales en liderazgo educativo, con dicho enfoque, se orientan hacia la adopción del liderazgo distribuido, que no solamente se refiere a la “delegación de funciones” o a la “apertura” en la toma de decisiones directivas centralizadas, sino que va más allá de ello. Se trata de distribuir el poder de la organización educativa a favor de la autonomía de los liderazgos específicos y del reconocimiento de los actores educativos-sociales participantes, que son conscientes de los conflictos vividos en el espacio escolar y buscan soluciones consensuadas en el seno de la comunidad educativa y escolar.

“El liderazgo distribuido como un enfoque del liderazgo basado en la colaboración, la participación y la distribución del poder de toma de decisión (Spillane, et al., 2001; Supovitz, et al., 2019), ha cobrado creciente relevancia tanto a nivel académico como político-institucional a la hora de abordar la gestión y el liderazgo educativo en el contexto escolar. Si bien, en la literatura (Harris, 2004; Gronn, 2002) se distinguen múltiples concepciones en torno a las implicaciones y las prácticas que efectivamente enmarcan este tipo de liderazgo, es posible identificar ciertas concordancias respecto a una serie de dimensiones que resultan centrales y que son examinadas: i) marco normativo y regulatorio para el ejercicio del liderazgo distribuido; ii) estructura organizacional de los establecimientos; iii) conceptualización y discursos en torno al liderazgo distribuido en el sistema educativo; iv) formas de participación y gobernanza; v) prácticas de liderazgo distribuido; vi) formación inicial y continua en liderazgo distribuido. (Ver: José Weinstein, J., Peña, J.; Muñoz, G. y Maldonado, F. 2025. Liderazgo distribuido en la educación en América Latina: Chile, UNESCO. OEI. “Documento encargado para el Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2025; edición regional sobre liderazgo en la educación: Liderar para la democracia”.).

Durante las actividades realizadas, especialistas, académicos y profesionales de distintas regiones del mundo, participaron y expusieron una visión transformadora y comprometida con la “mejora” de los sistemas educativos. Directivos y directivas de instituciones de educación superior, así como de educación básica y media superior; asesores y asesoras pedagógicos/as; diseñadores/as curriculares; profesionales del ámbito educativo en todos sus niveles y modalidades; estudiantes de pregrado y posgrado; investigadores/as; y tomadores/as de decisiones en áreas relacionadas con la educación, la pedagogía, la psicología, las ciencias sociales y las humanidades; y público interesado, que se dieron cita en Santiago de Chile para participar en dichos encuentros, discutieron todos estos temas, conceptos y enfoques.

Los países participantes fueron: Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Guatemala, Italia, México y Puerto Rico. En ese marco, el 5 de septiembre también tuvo lugar la Reunión Internacional de Orientación de la Red Interleader, la cual contempló una agenda centrada en la evaluación de proyectos estratégicos, la incorporación de nuevos miembros, el análisis del liderazgo y la gestión educativas, y otros temas vinculados con tareas de organización, investigación y proyecciones de la red.

Durante estos días de trabajo académico hubo cuatro modalidades de participaciones: 1. Conferencias Magistrales: Participación de expertos internacionales con amplio reconocimiento, trayectoria y publicaciones sólidas, rigurosas y sostenidas en los temas relevantes de la convocatoria; 2. Conversatorios Internacionales: Participación de miembros de la Red, las universidades organizadoras e invitados por el comité académico, con representación de los países e instituciones participantes; 3. Comunicaciones Temáticas; y 4. Exposiciones presenciales en salas o aulas, además de presentaciones en infografías o carteles por graduados de programas académicos.

Los eventos contaron con el apoyo de instituciones educativas de diversos niveles, modalidades y nacionalidades, así como de entidades académicas que promueven el fortalecimiento del liderazgo y la gestión educativos. Entre las instituciones convocantes se incluyen universidades con convenios vigentes con la Red Interleader, así como organizaciones de la sociedad civil, instituciones del sector público y personas comprometidas con la mejora y el cambio educativo. En mi caso, reconozco y agradezco, aquí, el apoyo logístico institucional que me brindó la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro, para participar en estos eventos. (Por cierto, el Simposio internacional de liderazgo educativo en 2017 se llevó a cabo en Querétaro, México).

Al final del documento principal de la convocatoria a los eventos de Santiago, se indica lo siguiente: “[el] compromiso con el fortalecimiento del liderazgo educativo y la mejora de los sistemas educativos a nivel internacional y local, contribuye significativamente al desarrollo de comunidades educativas más justas, inclusivas y transformadoras… En un espacio que promueve el diálogo, la colaboración, las prácticas democráticas y la proyección de nuevos horizontes para el liderazgo educativo en América Latina y el mundo”.