En estos días, que estuvieron marcados por varios sucesos, la presidenta ha realizado un cambio significativo para mantener la gobernabilidad sin alteraciones. A través de la narrativa que ha dejado huella en este periodo, sabemos que Claudia Sheinbaum activará a las estructuras ciudadanas con las que tiene un fuerte sentido de identidad. Es, sin más ni menos, la respuesta a los intentos fallidos de la oposición. Después de que los organizadores de la marcha de la generación Z fueron desnudados, lo que surgió sin forma se degradó rápidamente. En realidad, intentaron reanudar el ambiente de protestas precisamente en la conmemoración del aniversario de la Revolución. Alrededor de 100 individuos respondieron a la convocatoria. Los planes de la derecha se desmoronaron y fracasaron, en efecto, a la vista de todos. Los voceros del PRI y PAN no tuvieron éxito en desmentir las acusaciones, cuando, de hecho, se demostró que las manifestaciones fueron financiadas con el objetivo de difundir una lingüística de desprestigio.
Por lo menos ahora, es muy difícil despojar a la presidenta de México de su papel protagónico. Algunos cuestionan su aprobación. En lo que se refiere a esto, Claudia Sheinbaum ha batido el récord de respaldo de la ciudadanía, con evidencias en la mano. Ni mediante la movilización ni tampoco a través de la espiral de señalamientos, se logró mover un centímetro del impresionante apoyo. Un elevado número de habitantes, que fueron entrevistados, afirmaron sentirse respaldados por el proyecto de la jefa de Estado. Más de tres cuartas partes de la población se expresaron a favor de la continuidad. En una situación hipotética, a pesar de no estar en los tiempos constitucionales, Sheinbaum se impondría rotundamente en la revocación de mandato. En realidad, los que solicitan ese plebiscito anticipado son grupos diseminados y minoritarios.
De hecho, los líderes opositores, que están intentando reemplazar a Claudia en su liderazgo firme, no tienen la fuerza para contrarrestar su dominio. Como mencionamos, solo pasó una semana para que Sheinbaum decidiera sobre la fallida insurrección de la derecha, de unos cuantos. Eso, al final, fue el hito para demostrar la capacidad de reacción y convocatoria que tendrá lugar el 6 de diciembre. La misma jefa de Estado, en el Zócalo, que es el centro de la Ciudad de México, liderará el contingente. De alguna manera, la mandataria delineó lo que tenía en mente. Convocó a todos los gobernadores y las gobernadoras de Morena en Palacio Nacional. En el plan estaba examinar asuntos del IMSS-Bienestar, pero la intención original era sin duda preparar la maquinaria para responder a lo que pasó.
Con esa solidaridad, desde sus cuentas de redes sociales, gobernadores y gobernadoras cerraron filas con la presidenta Claudia Sheinbaum.
La oposición tiene que tener en cuenta que la correlación de fuerzas se ha trasladado desde hace años. En efecto, los miembros de la coalición Seguimos Haciendo Historia, tanto legisladores como legisladoras, también se unieron a este esfuerzo. Claudia publicó una fotografía en Palacio Nacional hace unos días, donde aparece rodeada de un ejército de hombres y mujeres que tienen la misión fundamental desde el poder reformador. Los coordinadores de las fracciones parlamentarias del PT y de Morena en San Lázaro se destacaron, apostados en primera fila; el primero, por cierto, uno de los candidatos más fuertes a la gubernatura de Michoacán. Uno y otro, que reforzarán la marcha abanderando contingentes el próximo 6 de diciembre, serán también protagonistas ahora que su trabajo y el destino los ha puesto en trincheras en las que hay que tomar decisiones sustanciales.
Todo el gabinete legal y ampliado de la presidenta, a su vez, apoyó la invitación de Claudia para participar en una concentración masiva el 6 de diciembre. Sin duda, la presidenta ha decidido enfrentar este pernicioso embate de la oposición con el respaldo de todo el pueblo.
Notas finales
Luego de todo este clima que se formó, especialmente por la posición que hemos adoptado como país, existen anuncios que no podemos soslayar. Ante todo, siempre se defiende la soberanía por encima de cualquier cosa; por eso la cancillería ha sido muy objetiva. Por esa sencilla razón, se ha ido aclarando lo que ha pasado en los últimos días.
Desde la propia Secretaría de Relaciones Exteriores, encabezada por Juan Ramón de la Fuente, se emitió un comunicado que, de manera puntual, citó que por conducto de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno peruano ha confirmado que respetará las inmunidades de México en ese país, incluida la inviolabilidad de sus inmuebles en Lima, dentro de los que está la residencia oficial, así como sus bienes y archivos, de conformidad con las convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y sobre Relaciones Consulares de 1961 y 1963, respectivamente.
De igual manera, expresó que, por su parte y de conformidad con la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 (Convención de Caracas), México ha reiterado su petición de un salvoconducto en favor de la ciudadana peruana Betssy Betzabet Chávez Chino, quien goza de la calidad de asilada política, a fin de que sea trasladada a nuestro país. Esto es, en definitiva, el humanismo de la cuarta transformación que encabeza Claudia Sheinbaum.



