En un México que avanza hacia la igualdad y la justicia de género, los Centros LIBRE (Libertad, Igualdad, Bienestar, Redes y Emancipación) representan un faro de esperanza para millones de mujeres. Esta iniciativa, impulsada con una visión transformadora por la presidenta Claudia Sheinbaum y la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora, no solo reafirma el compromiso del gobierno con las mexicanas, sino que establece un precedente histórico en la lucha contra la violencia de género y el fortalecimiento de la autonomía femenina.

Desde su anuncio, los Centros LIBRE han sido concebidos como espacios seguros y comunitarios donde las mujeres encuentran acompañamiento integral. Con una inversión de más de 651 millones de pesos, el gobierno federal ha logrado que el 90% de los 678 centros proyectados para 2025 ya estén en operación, un logro monumental en tan solo meses de gestión. Cada centro cuenta con una triada de atención —trabajadoras sociales, abogadas y psicólogas— que garantiza un enfoque de derechos humanos, promoviendo no solo la prevención y atención de las violencias, sino también el desarrollo personal, cultural y económico de las mujeres.

La visión de la presidenta Claudia Sheinbaum trasciende lo simbólico. Al ser la primera mujer en ocupar la Presidencia de México, ha dejado claro que su llegada al poder es también la de todas las mexicanas: “No llegué sola, llegamos todas”. Este mensaje, pronunciado durante la inauguración del primer Centro LIBRE en Temixco, Morelos, resuena como un recordatorio de que la Cuarta Transformación tiene en su núcleo la defensa de los derechos de las mujeres. Su compromiso de establecer un Centro LIBRE en cada municipio del país antes del fin de su sexenio no es solo una meta ambiciosa, sino un mandato ético para transformar la realidad de las mujeres desde abajo, desde las comunidades más vulnerables.

Por su parte, Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, ha demostrado ser una aliada incansable en esta causa. Su liderazgo ha sido clave para articular una red de servicios que no solo atiende las urgencias de las mujeres que enfrentan violencia, sino que fomenta su empoderamiento a través de talleres, bibliotecas del Fondo de Cultura Económica y programas de capacitación laboral. Hernández ha enfatizado que los Centros LIBRE son “espacios de transformación cultural” que promueven la sororidad y la participación colectiva, tejiendo redes comunitarias que fortalecen el tejido social.

La creación de la Línea de las Mujeres 079, operativa desde mayo de 2025, complementa esta estrategia al ofrecer atención inmediata y gratuita las 24 horas del día, asegurando que ninguna mujer esté sola ante la adversidad. Asimismo, la Red Nacional de Abogadas de las Mujeres, con 838 profesionales del derecho, garantiza asesoría jurídica gratuita, combatiendo la impunidad y abriendo puertas a la justicia que tantas veces se les ha negado.

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El impacto de estas iniciativas ya se siente en estados como Puebla, Chiapas y Oaxaca, donde los Centros LIBRE han comenzado a cambiar vidas, ofreciendo no solo refugio, sino herramientas para que las mujeres construyan su autonomía económica y personal. En palabras de Hernández, estos espacios son “una gran red de servicios” que siembran posibilidades y esperanza, especialmente para las mujeres más vulnerables, incluidas las comunidades indígenas y afromexicanas.

La labor de Sheinbaum y Hernández es un testimonio de lo que significa gobernar con perspectiva de género. Su trabajo conjunto no solo honra la lucha de las mujeres que han pavimentado el camino, sino que construye un futuro donde la igualdad y la justicia no sean solo ideales, sino realidades tangibles. Los Centros LIBRE son más que infraestructura; son el reflejo de un México que reconoce a las mujeres como protagonistas de su historia. En este sexenio, como lo ha dicho la presidenta, “las mujeres podemos ser lo que queramos ser”, y con estos espacios, ese sueño está más cerca que nunca.