Contrario a lo que gritan con voz desgañitada los agoreros del desastre, aquí no hay censura gubernamental a los medios de comunicación, incluyendo al más del 90% de medios fachos corporativos que se oponen todos los días a todas y cada una de las medidas del gobierno de la 4T inaugurado por el expresidente AMLO y continuado por la presidenta Sheinbaum.

Eso sí, como bien señalara el youtuber Rafita Herrera, no vemos la misma defensa encarnizada entre quienes se dicen adalides de la libertad de expresión nacional e internacional cada vez que Loretito “Lord Montajes” difunde una nueva mentira, un #TodosSomosJimmyKimmel, en solidaridad con el conductor del programa nocturno que se transmite por la cadena ABC, que fue sumariamente suspendido ante presiones del gobierno trumpista por un comentario nada ofensivo, anodino incluso, respecto al asesinato del influencer conservador Charlie Kirk.

Luego de que se revelara que el presunto asesino de Kirk era un joven blanco, anglosajón y mormón, cuya familia apoyaba 100% a Trump y a los republicanos, Kimmel criticó a los simpatizantes del movimiento MAGA por intentar “desesperadamente caracterizar al joven que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa ‘menos uno de los suyos' y por ‘hacer todo lo posible para sacar provecho político' de la tragedia".

Más que comedia o burla, Kimmel aprovechó su monologo en su “late night show” para señalar cosas evidentes: Tyler Robinson creció en un ambiente familiar leal al Partido Republicano y obsesionado con las armas y, a estas alturas, nadie puede negar que la administración Trump está sacando raja política del mortífero atentado para perseguir enemigos reales y ficticios de su administración.

Si estas presiones, incluyendo la de quitarle a la cadena ABC, propiedad de Disney, la licencia para operar televisión abierta si no retiraban a Kimmel del aire, no son censura, pues entonces no sé qué serán.

Ahora Kimmel negocia ofrecer una disculpa para regresar a su trabajo, fuente de empleo para decenas o cientos de personas que son necesarias para levantar una producción grande de esa naturaleza. Quién sabe si lo logre o no. Pero la realidad es que la censura a medios en los Estados Unidos es cada vez más brutal y descarada.