La victoria de Delfina Gómez Álvarez se antoja inevitable. Solamente una participación electoral sin precedentes pudiera revertir la tendencia. Porque entre el abstencionismo y la maquinaria electoral del oficialismo, la derrota de Alejandra del Moral pareciera inminente.

Será fundamental que en caso de que se pierda la elección, no se haga por dos dígitos. Un eventual triunfo de la oficialista por menos de nueve puntos, significaría que la oposición puede contender y que se evitaría en el 2024 que Morena y sus satélites logren mayoría calificada en el Congreso.

A la campaña oficialista se le inyectarán recursos. Provenientes de todos lados. Los programas sociales de la actual administración serán la pauta. El clientelismo y la popularidad del presidente de la república serían probablemente la dosis necesaria para acabar con la hegemonía priista en el Estado de México.

La candidata del PRI, PAN y PRD se enfrentará a la traición de su gobernador y a la mitocracia del lopezobradorismo. Pero también tendrá que desafiar a la indiferencia política de los jóvenes y la ignorancia de los engañados. No será fácil. Sobre todo, entendiendo al rival. Con quien realmente se disputará la gubernatura, es con Andrés Manuel López Obrador, un candidato titánico.

Delfina no creo ni que quiera ser gobernadora. Quizás ni acabe siéndolo. Ahí estarán Horacio Duarte e Higinio Martínez para mecer la cuna. No sería la primera vez. Guerrero fue la prueba piloto. Y a los oficialistas les ha funcionado bien.

Alejandra debe aprovechar la traición del gobernador para desvincularse de él. Contrastarse del priismo de Atlacomulco. Si del Moral logra planteársele al electorado como una opción de alternancia, tomando en consideración que también la postulan Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, podría arrebatarle a su adversario el monopolio discursivo de la disrupción.

Queda poco tiempo. Pero aún es posible desligar a la candidata de los partidos. Lo ha logrado. La gente votará por Alejandra de Moral. No lo hará pensando en ningunas siglas.

Por lo que hace a del Moral, se ponderará a la persona por encima del partido político. Esto será importantísimo para evitar que únicamente Delfina capitalice el voto del anti-priismo.

Las esperanzas de la coalición Va por el Estado de México residen en que la gente salga a votar. Deberán votar todos. Primero tendrán que convencerlos.

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