Para quienes lo conocieron cómo simple material de memes en redes sociales, el actor, conductor, productor, ex estudiante de medicina y hasta luchador grecorromano fue un referente infantil durante 5 décadas.

Antes del internet y las redes sociales, antes de que grandes partes de la república estuvieran conectadas por aerolíneas de bajo costo y autopistas, uno de los referentes culturales universales que había para quienes fuimos niños (hablo de mi experiencia en los ochenta y noventa) era el personaje de Chabelo.

Quienes vivíamos lejos del entonces Distrito Federal, en los estados pésimamente denominados “provincia” en su programa, apenas soñábamos con ir a una de las grabaciones del programa. Pero los domingos por la mañana, ahí estaba Xavier López interpretando a un “niño” con sus más de 1.90 metros de altura y ya bien entrado en la adultez y al final de su carrera, en la tercera edad.

Ahí estaba el personaje vendiendo lo mismo Muebles Troncoso, que dulces que provocaron incontables caries infantiles, que marcas de juguetes nacionales que en su mayoría ya no existen (creo recordar vagamente el haber tenido un triciclo “Apache” en mi infancia en el norte del país). Era un personaje omnipresente, que parecía eterno y cuyos primeros espectadores ahora son también adultos mayores. Probablemente de ahí venían los memes sobre su longevidad y las “bromas” (malas) sobre su muerte.

En mi adultez, fui fan de Xavier López en su carrera de actor de comedia, sobre todo en las repeticiones del programa “La Carabina de Ambrosio” en la década de los noventa. Una manera de hacer humor con escasos recursos técnicos, prácticamente sin dobles sentidos, con mucha improvisación y a años luz de la basura de chumeles y escamillas que existe hoy en día en México.

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Cómo todos los humanos, Xavier López tuvo sus claroscuros, incluyendo un problema familiar que al final de su vida le dio material a los programas de chismes para buscar rating de forma vulgar.

Lo vamos a extrañar, Don Xavier. A Chabelo no, porque ese niñote seguirá con nosotros para siempre.

Descanse en paz.