México.- El Equipo Argentino de Antropología Forense resaltó que debido a las diferentes intervenciones médico-forense realizadas después del fallecimiento del normalista Julio César Mondragón, quien se presume fue desollado, los restos ya no se encuentran en las mismas condiciones para determinar si es que fue desollado por la acción humana.
“Lamentablemente a mas de un año de su fallecimiento y enterramiento y luego de diferentes intervenciones médico-forenses realizadas después de su fallecimiento los restos ya no se encuentran en las mismas condiciones para su examen, si en septiembre del 2014 fue cuando sucedió el homicidio y no nos permite ahondar en mayor detalle en ese aspecto”.
No obstante el EAAF reconoció que los restos presentaban huellas de actividad de fauna local y también presentaban áreas con sospechas de intervención de instrumento cortante.
Por otra parte sobre la causa de la muerte el Equipo Argentino reconoció que esta se produjo como consecuencia de traumatismo craneoencefálico por instrumento contundente.
Sin embargo durante el segundo examen realizado por la CNDH, el EAAF resaltó que ha existido mayores lesiones, especialmente en cara cuello y tórax.
“En cuanto a la existencia de tortura, las fracturas de cráneo ocurridas alrededor del momento observadas en ese segundo examen fueron heridas que abarcaron el lateral derecho, parte del cráneo, área posterior y fragmentación masiva de la cara”.
Los expertos argentinos añadieron que en el tórax se registró un número más alto de fracturas de costillas, pues existieron 12 que presentaron estos signos. Además se encontraron fracturas en 2 vertebras dorsales y en una vertebra lumbar que no se habían reportado anteriormente.
“La autopsia inicial reportaba lesiones en pulmones cerebro y abdomen, en la segunda autopsia el EAAF reportó lesiones similares en cerebro, pulmones, peritoneo, estómago, intestinos y posible daño en uno de los riñones”.
De acuerdo con los colegios argentinos estas lesiones ocurrieron en circunstancias alrededor de la muerte y son de origen contundente ademas de que no se encontraron lesiones compatibles con el uso de armas de fuego para causar el deceso.
Con todo ello el Equipo Argentino de Antropología Forense reconoció que corresponde al Ministerio Público y las autoridades periciales determinar la existencia de tortura en la muerte del normalista.



“En este sentido para el EAAF y la familia es evidente la insuficiencia de la investigación que condujo la procuraduría de guerrero por ello resulta fundamental que la PGR se aboque a la investigación de los delitos cometidos contra Julio César desde una perspectiva integral”.
Del mismo modo, llamó a evitar la mayor fragmentación de la indagatoria que conllevaría a analizar el futuro y la solidez de la acusación que se sostiene en el proceso penal.
Por ultimo el EAAF considero que a través del ultimo examen realizado por la CNDH se amplio considerablemente la información sobre el homicidio del normalista Julio César Mondragón, especialmente en lo que refiere a las circunstancias de su muerte.