Bruselas, 24 feb (EFE).- La Casa Real holandesa ha pedido hoy a los medios de comunicación que respeten su privacidad y les dejen el espacio necesario para hacerse a la idea de que el príncipe Friso quizás nunca vuelva a despertarse del coma en que se encuentra, tras quedar sepultado por un alud mientras esquiaba en Austria.
La familia del segundo hijo de la reina Beatriz "necesita todo el espacio posible para aprender a vivir con el estado de salud del príncipe Friso y a ajustar sus vidas al mismo", según un comunicado del Servicio de Comunicación de la Casa Real difundido hoy.
En la nota se pide a los medios de comunicación que "respeten la necesaria privacidad" de la familia, después de que ésta fuera informada por los médicos que tratan al príncipe en un hospital de Innsbruck, la capital del tirol austríaco, de que el enfermo puede no despertarse nunca del coma en que se encuentra.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha conversado hoy por teléfono con la reina Beatriz y la esposa del príncipe Friso, la princesa Mabel, para transmitirles "las profundas condolencias de toda Holanda en este momento de dolor y tristeza"
La reina se mostró conmovida por las numerosas reacciones de solidaridad y los menajes de apoyo que ha recibido en la última semana.
Rutte, que regresó hoy un día antes de lo previsto de sus vacaciones de esquí debido a la tragedia que vive la familia real, espera que todo el mundo respete la privacidad del príncipe Friso, su esposa Mabel y de sus hijas, informó la agencia holandesa ANP.
Tanto la reina, como la princesa Mabel y el príncipe heredero Guillermo-Alejandro, así como el príncipe Constantino y la princesa Margaret han visitado hoy en el hospital a Friso.
Los médicos que atienden al enfermo informaron hoy a la prensa de que los 20 minutos que pasó el príncipe sepultado bajo la nieve sin oxígeno, tras la avalancha que le sorprendió la semana pasada en una estación de esquí austríaca, unido a un periodo de reanimación cardiaca de 50 minutos, le han ocasionado "daños cerebrales graves".
Incluso en caso de recuperar la consciencia, una rehabilitación del príncipe "duraría meses, si no años", dijo el médico, y agregó que la familia real holandesa deberá buscar una institución adecuada para atender a su familiar.
El accidente se produjo el pasado viernes cuando Juan Friso, el segundo hijo de la reina Beatriz de Holanda, y un acompañante esquiaban fuera de pista en la estación de la localidad austríaca de Lech, en una zona donde se había avisado de un alto riesgo de avalanchas.
Un dispositivo de localización por satélite que llevaban los accidentados permitió a los equipos de rescate encontrarlos con rapidez y trasladarlos en helicóptero al hospital.