Washington, 25 feb (EFE).- El mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que la llegada de Abdo Rabo Mansur Hadi a la Presidencia de Yemen representa "el comienzo de un prometedor nuevo capítulo".

Hadi tomó hoy posesión del cargo en una ceremonia en la sede del Parlamento yemení que supone, tras un año de revuelta popular, el fin a más de tres décadas de mandato de Alí Abdalá Saleh.

Bajo el liderazgo de Hadi, "Yemen tiene el potencial de servir como modelo de cómo pueden ocurrir las transiciones pacíficas cuando el pueblo resiste la violencia y se une bajo una causa común", declaró Obama en un comunicado, en el que informó que conversó por teléfono con el nuevo mandatario yemení para felicitarlo.

Según la nota oficial distribuida hoy por la Casa Blanca, el presidente estadounidense indicó que "este mes millones de yemeníes votaron por un nuevo presidente y el comienzo de un prometedor nuevo capítulo en la historia de Yemen".

No obstante, advirtió, "queda mucho trabajo por hacer". Por ello, aseguró, Estados Unidos "seguirá siendo un aliado firme de Yemen" en el proceso de transición y "apoyará al pueblo yemení en sus esfuerzos para forjar un futuro más brillante para su país".

Entre los pasos que Yemen debe dar, como parte del acuerdo político que permitió la transición y que Hadi releve en el poder a Saleh, ese país debe convocar un diálogo nacional incluyente, reformar su Constitución, reorganizar sus servicios militares y de seguridad y celebrar elecciones parlamentarias y presidenciales para 2014, recordó Obama.

"Es una agenda ambiciosa, pero con la determinación demostrada en el último año, los yemeníes han demostrado que pueden lograrla", aseguró el presidente.

En la ceremonia de hoy, ante representantes de todas las fuerzas políticas, Hadi hizo un llamamiento a la unidad de los yemeníes y advirtió de que "el caos es una probable alternativa para el país" si fracasa este proceso de transición.

Un atentado con coche bomba que causó poco después una veintena de muertos en el sureste de Yemen apuntaló estos temores en un país castigado por un año de división política y el repunte de los ataques de la red terrorista Al Qaeda.

El nuevo jefe del Estado yemení, único candidato a los comicios que se celebraron el pasado martes, fue elegido por el 99,8 % de los votantes.