Quito, 25 feb (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, consideró hoy que tras la marcha de protesta convocada para el próximo 8 de marzo por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) está la oligarquía "desesperada".

El mandatario estimó que la dirección indígena es "utilizada" por los grupos de derechas para intentar frenar los comicios presidenciales de febrero del próximo año, donde es probable que él se presente a la reelección.

"Para evitar las elecciones de 2013, este año van a intentar lo que sea" los grupos de derechas, aseguró Correa tras lamentar de que la Conaie, que en un principio apoyó a su Gobierno, ahora convoque a una marcha de protesta contra sus políticas.

"Los están utilizando para ver si desestabilizan al Gobierno", porque los grupos oligárquicos "están desesperados", sostuvo el gobernante.

Por contra, Correa dijo que su movimiento, Alianza País, y otros sectores afines a su Administración responderán con la misma medida.

También se preguntó el porqué de las movilizaciones a un año de las elecciones presidenciales, cuando los opositores podrían arrebatarle el poder si consideran que hay un descontento generalizado con su Administración.

"Si ese descontento es de las grandes mayorías", entonces "en las elecciones de 2013 nos van a arrasar" los opositores, dijo Correa tras opinar que los líderes de derechas "no representan a nadie y lo que no pueden lograr en las urnas, lo quieren lograr por la fuerza".

Además, el mandatario dijo que las movilizaciones convocadas por los indígenas, supuestamente, contarían con la financiación de algunas agrupaciones empresariales y de la "extrema derecha", afirmación negada por la Conaie, que ha marcado distancia con esa tendencia, aunque igualmente critica la gestión de Correa.

Correa dijo que sus conjeturas sobre la actitud de la oligarquía y la derecha política se observa en varios mensajes aparecidos a través de las redes sociales, en los que se convoca a la ciudadanía a apoyar la marcha de los indígenas y se pide que renuncie al poder.

Correa convocó a sus seguidores para realizar una concentración en Quito el próximo 8 de marzo, el día del comienzo de la movilización indígena, para efectuar "una vigilia por la democracia" y conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

El pasado jueves, el presidente de la Conaie, Humberto Cholango, convocó a la marcha de protesta y dijo que esta es una respuesta a la aplicación de políticas impopulares por parte de Correa.

Según Cholango, "la gran marcha por la vida y la dignidad de los pueblos" iniciará el 8 de marzo en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, en el sureste del país, y prevé llegar a Quito, en el norte de la sierra andina, el día 22 de ese mismo mes.

Agregó que en la marcha participarán actores sociales, "únicamente del pueblo" y aseguró que las movilizaciones no están financiadas por ningún sector de la derecha ecuatoriana.

De su lado, la presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Mariana Pallasco, confirmó la participación de su gremio en la marcha de los indígenas y dijo que espera que esa movilización "se convierta en el principio del fin del correismo".

Pallasco, que lidera el mayor sindicato del magisterio, pidió al mandatario "que se haga a un lado", porque a su modo de ver no ha sido capaz de llevar a cabo un proyecto de cambios en favor de los más pobres.

La Conaie, la UNE (ligada al izquierdista Movimiento Popular Democrático) y otros grupos sociales y de izquierdas apoyaron a Correa en los primeros meses de su gestión en 2007, pero de a poco se fueron alejando del Gobierno.