Naciones Unidas, 28 feb (EFE).- El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, llegará mañana a Nueva York para reunirse con el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, y el Consejo de Seguridad para abordar la grave crisis política y humanitaria del país árabe.

El subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, le comunicó hoy al máximo órgano de seguridad internacional la llegada de Annan durante la reunión mensual dedicada a la situación en Oriente Medio.

Annan, que fue nombrado enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria la pasada semana, "llega mañana a Nueva York para iniciar conversaciones con el secretario general", dijo Pascoe.

Agregó que el exsecretario general de la ONU "trabajará para lograr el fin de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos, así como para promover una solución pacífica a la crisis siria".

Asimismo señaló que Annan "tendrá la oportunidad de reunirse con todos los miembros del Consejo para escuchar sus sugerencias sobre cómo poner fin a la terrible situación".

Pascoe subrayó al Consejo que el Gobierno de Bachar Al Asad "ha fracasado de forma manifiesta en su responsabilidad de proteger a su pueblo" e indicó que la cifra de muertos a causa de la represión de las protestas es de más de 7.500.

"Aunque no podemos dar una cifra exacta de víctimas, hay informes creíbles que muestran que el número de muertos excede los 100 civiles al día, entre ellos muchas mujeres y niños. La cifra total está seguro muy por encima de los 7.500", afirmó.

El responsable de los Asuntos Políticos de la ONU señaló también que "por desgracia, la comunidad internacional también ha fracasado en su obligación de parar esa carnicería".

"Por lo que se ve, las acciones y no acciones vistas hasta ahora han animado al régimen (sirio) en su creencia de que tiene impunidad para destruir a sus propios civiles", denunció.

Pascoe pidió al Gobierno sirio el fin inmediato de esos ataques, así como del acceso internacional para llevar asistencia vital a las víctimas.

"El mensaje a las autoridades sirias es claro: La sangría tiene que parar", instó Pascoe.

Consideró también que "el uso desproporcionado de la fuerza y la agresión militar contra la población civil por parte de las autoridades ha llevado a las fuerzas de la oposición pacíficas a recurrir a la resistencia armada".

Sin embargo, el subsecretario general aseguró que "hasta la fecha, el poder de ataque de la oposición es mínimo comparado con el armamento pesado que usa el Ejército sirio", y apuntó a que los ataques gubernamentales recuerdan "a la masacre de Hama, perpetrada por el Gobierno de Siria en 1982", cuando era presidente el padre del actual gobernante.

La ONU se centra ahora en lograr el acceso de ayuda humanitaria a las zonas más castigadas por la violencia y su responsable de Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, está en la región a la espera de entrar en Siria tan pronto como se lo permitan sus autoridades.

Entre tanto, algunos miembros del Consejo de Seguridad apuestan de nuevo por presentar un proyecto de resolución que, además de pedir el cese de la violencia, contemple un alto el fuego de carácter humanitario.

"Después de Túnez (donde se celebró la reunión del Grupo de Amigos de Siria), tenemos que explorar si existe la posibilidad de que el Consejo actúe para detener la violencia y garantizar el acceso humanitario", dijo el embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig.

El diplomático germano señaló que los esfuerzos dentro del Consejo de Seguridad se centran ahora en ese sentido y reconoció que se trata de "una tarea difícil, pero que se debe explorar".

"No podemos seguir viendo cómo la situación humanitaria y política se deteriora en Siria. El precio que paga la población es trágico", añadió Wittig.

Rusia y China se han opuesto en dos ocasiones a las iniciativas presentadas en el Consejo de Seguridad tanto por los países occidentales como árabes para condenar a Siria y ejercieron su poder de veto en ese sentido en octubre de 2011 y el pasado 4 de febrero.