Washington, 28 feb (EFE).- Quince fallos de seguridad con consecuencias potencialmente graves fueron detectados en 2011 en alguno de los 104 reactores nucleares de Estados Unidos, según un informe publicado hoy por la Unión de Científicos Comprometidos (UCS, en inglés).

Según el informe, la mayoría de los fallos de seguridad más importantes en 2011 ocurrieron porque los propietarios de las plantas, y en algunas ocasiones la Comisión Reguladora Nuclear (NRC), "toleraron problemas conocidos o no les hicieron frente de manera adecuada".

El informe, segundo de una serie anual sobre el desempeño de las plantas nucleares de Estados Unidos, documenta las inspecciones especiales de la NRC llevadas a cabo en respuesta a los problemas de los equipos de seguridad y las deficiencias de seguridad en 13 plantas nucleares.

Además de revisar las inspecciones especiales, el informe ofrece ejemplos en los que la NRC hizo un trabajo excepcional para abordar los problemas de seguridad antes de que pudieran dar lugar a una situación potencialmente peligrosa.

"El récord del año pasado muestra que la NRC es muy capaz de ser un organismo de control eficaz que protege al público y a la industria nuclear de sus peores tendencias", dijo Dave Lochbaum, autor del informe y director del Proyecto de Seguridad Nuclear UCS.

"Pero la agencia con demasiada frecuencia no está a la altura de su potencial, y aún estamos encontrando problemas importantes en las plantas nucleares que podrían fácilmente provocar un accidente grave", puntualizó.

La supervisión "laxa" de la NRC, dice el informe, ha permitido que algunos problemas se agraven durante décadas como los concernientes a la reglamentación contra incendios.

"Por ejemplo, casi la mitad de los reactores de EE.UU. (47) todavía no se ajusta a la reglamentación contra incendios que la NRC estableció en 1980 y enmendó en 2004", añade el informe.

Lochbaum subrayó que aunque las centrales nucleares han podido manejar los problemas que surgieron a lo largo de 2011, se podrían haber evitado si se hubieran abordado los problemas conocidos de una manera oportuna".

"Los accidentes graves en la planta de Fermi a las afueras de Detroit en 1966, de Three Mile Island en 1979, de Chernobyl (Ucrania) en 1986, y de Fukushima (Japón) el año pasado sucedieron cuando un puñado de problemas conocidos pero no corregidos a tiempo tuvieron como resultado una catástrofe", advirtió.