En materia de encuestas todo se puede hacer, menos el ridículo. Y en el ridículo está cayendo la que da a conocer mes a mes el admirado Gómez Leyva

Querido Ciro:

Te pusiste retador en tu programa de Radio Fórmula. No te escuché. Me contaron. Yo veía en la tele la etapa, montañosa por cierto, de la Vuelta a España. "¿Qué van a decir de la encuesta de México Elige los matraqueos de López Obrador?". Me pongo el saco y te contesto: esa encuesta es una pinche vacilada. De plano.

Aprovecho que los ciclistas marchan tranquilos después de haber pasado el primer puerto de montaña para contestarte, amigo Ciro.

La de México Elige fue una muy buena encuesta. Ya no lo es. La manera en la que cada mes da enormes saltos —hacia arriba o hacia abajo— la aprobación de AMLO descalifica el trabajo de la empresa de Aldo Campuzano y Sergio Zaragoza.

Decía María de las Heras —la mejor y más lúcida encuestadora que ha existido en México— que la opinión pública podrá ser veleidosa, ¡pero no está loca! De plano, son producto de la locura los datos que das a conocer en Radio Fórmula.

En febrero Andrés Manuel tenía en esa encuesta 73% de aprobación. A partir de ahí cayó exageradamente cada mes, hasta llegar a 47% en julio.

Seguramente los encuestadores —a quienes aprecio— se asustaron y dieron reversa. En agosto el presidente López Obrador llegó a 51% y ahora ya está en 60%.

Con respeto y cariño les digo a tus encuestadores, Ciro, que no son serios. Están jugando a subir y bajar a AMLO como se les pegue la gana y te están haciendo ver muy mal.

Tendrás que revisar lo que hacen Sergio y Aldo porque sus números ya están en la zona del ridículo. La pura verdad.

Ahora que si es una broma, deberían decirlo. Y todos a soltar la carcajada.