Caracas, 24 feb (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, partió hoy hacia Cuba tras encomendarse a "diosito" para que le ayude en la operación a la que se someterá la próxima semana en la isla y después de darse un baño de multitudes que convirtió su despedida en un acto de exaltación de su figura.

Con una imagen de Jesucristo en el parabrisas de su automóvil bajo el que se leía "y te sanaré", Chávez saludó a miles de personas que salieron al paso de su caravana mientras la televisión transmitía en cadena obligatoria para todo el país el trayecto de 26 kilómetros que separan Caracas del aeropuerto de Maiquetía.

"Me voy, pero volveré y volveré con más vida que nunca para seguir dando la vida entera a la patria", sentenció Chávez antes de abordar el avión que lo trasladó a La Habana, donde se someterá a una nueva intervención quirúrgica en la misma zona en la que le fue extirpado un tumor canceroso a mediados de 2011.

Chávez arribó al aeropuerto internacional en medio de una multitud que le tiraba flores y bufandas, se presentaba con globos y arrojaba papelitos de colores, y recibía los saludos del presidente.

Antes de partir, el mandatario prometió dedicarse "por entero (...) en cuerpo, en alma, en espíritu, en voluntad suprema, a dar esta nueva batalla y a derrotar la amenazas" de la nueva "lesión", como la ha denominado y que le fue encontrada el pasado fin de semana en un examen rutinario en La Habana.

El presidente reconoció a lo largo de la semana la gravedad del nuevo hallazgo médico, del que dijo que tiene una probabilidad alta de ser maligno, pero se mostró convencido de su capacidad de superar el nuevo revés.

Afirmó que dejará "con los crespos hechos (esperando) a quienes desde filas contrarrevolucionarias, muchas veces llenos de odio, están sacando la cuenta y están pensando que Chávez se acabó", aunque señaló que su figura ya ha trascendido más allá de su vida.

"Chávez no se acabó, y, es más, debo decirles que cuando de verdad este cuerpo se acabe, Chávez no se acabará porque Chávez ya no soy yo; Chávez está en las calles y se hizo pueblo, se hizo esencia nacional", exclamó.

El jefe de Estado se enfrentará a la tercera intervención quirúrgica en poco más de ocho meses. El 10 de junio del año pasado fue intervenido de un absceso pélvico y volvió a pasar por el quirófano el día 20 de ese mismo mes para que le extirparan un tumor del que no se tiene más información más allá de que estaba en la zona pélvica.

Chávez, de 57 años, adelantó que la intervención de la lesión, que, según dijo, tiene dos centímetros, será el lunes o el martes, aunque aseguró que ya se informará.

Hoy prometió que no faltará al 7 de octubre, cuando están convocadas las elecciones generales en las que buscará su tercera reelección.

"Prometo que tampoco faltaré al 7 de octubre. Estaré con ustedes el 7 de octubre coronando la victoria popular bolivariana y revolucionaria", vaticinó.

El presidente estuvo acompañado de sus hijas Rosa Virginia, María Gabriela y Rosinés y en el aeropuerto le despidieron todos los miembros de su Gabinete, la cúpula militar y los dirigentes de su partido.

Antes, acompañado de su hija menor, Rosinés, el presidente ofreció un breve discurso en Miraflores en el que aseguró que viaja a Cuba con el "espíritu fortalecido" por el "amor, cariño y buena fe" del pueblo venezolano.

"Lo que voy a enfrentar no es sino una más de tantas dificultades que hemos enfrentado en los últimos años", indicó Chávez, quien, en su ausencia, encomendó a los venezolanos "mucha conciencia, mucha unidad ante las dificultades y ante las adversidades".

El gobernante ordenó ayer a sus ministros estar alertas a todos los rumores que puedan surgir durante su estancia en La Habana para salir a "pulverizar" esas versiones y ha dispuesto que se ponga todo a punto para poder estar "en contacto" con los venezolanos durante estos días.