Santo Domingo, 25 feb (EFE).- Las autoridades sanitarias de la República Dominicana tratan de detener estos días lo que parece ser una ola se suicidios, después de que unas 60 personas decidieran poner punto final a sus vidas en lo que va de año.

Unas 642 personas se quitaron la vida el año pasado en la nación, casi un centenar más que en 2010, y hasta la fecha la lista sobrepasa los 60, según informaciones de la prensa local.

Muchos de los afectados son hombres que tomaron la decisión después de haber asesinado a sus esposas, novias o excompañeras.

Ante este panorama, el ministro de Salud, Bautista Rojas Gómez, recomendó esta semana a la población "una serie de consejos" para superar estados depresivos y evitar eventuales suicidios.

El funcionario exhortó a la ciudadanía buscar ayuda profesional "inmediatamente cualquier familiar se vea afectado por estado de abatimiento, infelicidad o cualquier otro síntoma depresivo que puede ser transitorio o permanente".

Para el galeno "la mejor manera de prevenir el desarrollo de cualquier patología emocional que conduzca al suicidio es actuar con cierta celeridad" y "seguir las recomendaciones oficiales emitidas por las autoridades sanitarias".

Insistió en la importancia de que la población "asuma con seriedad las recomendaciones", ya que, según dijo, "actualmente la depresión representa uno de los problemas de salud más frecuentes, el cual no respeta razas, áreas geográficas, sexo, ni edades".

Para el médico psiquiatra y terapeuta familiar José Dunker el aumento de la tasa de suicidios en el país demuestra que "estamos ante una sociedad que está dando señales de enfermedad general".

"No se trata de una situación aislada, si no de una situación general que tiene otras manifestaciones", dijo hoy a Efe el galeno, quien conduce un popular programa de orientación familiar en la radio.

Dunker atribuye la situación al aumento del consumo de droga y alcohol entre la población, al estrés social, pero sobre todo a lo que él llama "desorden social imperante".

Además, "las personas han convertido sus casas en pequeñas cárceles por temor a la violencia", señaló el psiquiatra.

A las personas con crisis emocionales o susceptibles al suicidio, el médico recomienda "hablar con alguien", especialmente con un especialista, porque "después de hablar, generalmente se va la idea... se puede sentir alivio".

"El que tiene idea de suicidio, a la corta o la larga, necesita de un psiquiatra", dijo.