Palma de Mallorca (España), 25 feb (EFE).- Iñaki Urdangarin, yerno del rey Juan Carlos y el primer miembro de la Familia Real española imputado en un caso de supuesta corrupción, defendió hoy su inocencia ante la Justicia y aseguró que nunca participó en la gestión y la contabilidad de las empresas investigadas.

Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, la hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía, está acusado de malversación de fondos públicos y fraude a la administración.

El duque de Palma, que defendió a su llegada a los juzgados su inocencia en medio de abucheos, comparece como imputado ante un tribunal de Palma de Mallorca (Islas Baleares) y fue interrogado por José Castro, el juez instructor del caso Palma Arena, que investiga un supuesto uso irregular de fondos públicos por el Instituto Nóos.

Una entidad sin ánimo de lucro presidida por Urdangarin que, según la Fiscalía Anticorrupción, recibió casi seis millones de euros (cerca de ocho millones de dólares) entre 2004 y 2007 de varias administraciones públicas, sobre todo de los Gobiernos regionales de Baleares y Valencia.

El duque de Palma, que reside desde 2009 en Washington, afirmó ante el juez que nunca participó en la gestión ni en la contabilidad de Nóos y las sociedades investigadas en relación con este instituto, según informaron a Efe fuentes jurídicas.

También reconoció en su declaración judicial que el Rey le pidió en 2006 que dejara sus actividades profesionales relacionadas con el sector público, según informaron a Efe fuentes jurídicas.

Esta afirmación del esposo de la infanta Cristina confirma la versión ofrecida en diciembre pasado por la Casa del Rey cuando dio a conocer que el monarca había aconsejado a Urdangarin que abandonara Nóos porque desarrollaba acciones lucrativas.

A su llegada a los juzgados de Palma con el objetivo de "aclarar la verdad de los hechos", Urdangarin, excluido desde finales de 2011 de las actividades oficiales de la Casa Real, hizo unas declaraciones a los periodistas para defender su inocencia.

"Comparezco hoy para demostrar mi inocencia, mi honor y mi actividad profesional", manifestó Urdangarin, que llegó a pie a los juzgados y no en coche como estaba previsto para no recibir así un trato de favor con respecto al resto de los imputados.

Con gesto muy serio y visiblemente más delgado, defendió que en los últimos años ha ejercido sus "responsabilidades" y tomado "decisiones de manera correcta y con total transparencia".

El imputado respondió a numerosas preguntas del magistrado relacionadas con las diversas sociedades con las que estuvo vinculado y que sirvieron supuestamente para desviar dinero público a través del Instituto Nóos.

El duque de Palma es sospechoso de montar un entramado societario para desviar fondos públicos a través de Nóos, donde entró en 2003 como administrador.

Al año siguiente se convirtió en su presidente, momento en que era gerente su exsocio Diego Torres, quien pasó a dirigir el instituto cuando Urdangarin dejó la presidencia en 2006.

La Fiscalía les acusa a ambos de haber creado un entramado de varias empresas, administradas por ellos mismos o sus familiares, para apropiarse de ese dinero, y además de encomendar el traslado de parte del mismo a paraísos fiscales.

Sostiene que crearon una "estructura societaria" en Belice y Reino Unido, que usaron supuestamente para desviar cientos de miles de euros de Nóos, un instituto que, además de los fondos públicos, ingresó entre 2004 y 2008 otros 4,1 millones de euros procedentes de empresas y organismos privados.

Urdangarin afirmó hoy ante el juez que su responsabilidad en las sociedades investigadas se limita a haber sido presidente del Instituto Nóos, socio de Nóos Consultoría al 50 % con Diego Torres y propietario de Aizoon junto a la infanta Cristina.

Del resto de empresas investigadas no era accionista, ni gestor, ni conocía nada sobre sus actividades, según declaró.

El duque también se desvinculó de la gestión administrativa de un contrato entre el Gobierno regional de Baleares y Nóos Consultoría, que se hizo sin concurso público en 2003, para hacer el seguimiento en prensa del equipo ciclista Illes Balears.

Durante el interrogatorio, el juez le preguntó por varias empresas vinculadas a Urdangarin, entre ellas una en la que figuraban sus hijos como socios.

A la convocatoria judicial se sumaron hoy las voces críticas de medio millar de personas que se manifestaron sin incidentes en los alrededores de los juzgados para expresar su rechazo a la Monarquía y a la corrupción y en favor de la República.