Especialistas de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), se encuentran estudiando la rodela azteca o conocida como chimalli (en lengua náhuatl), uno de los cuatro escudos del siglo XVI con los que eran ataviados los altos mandos militares mexicas.
Este escudo es el único que aún se conserva en México y está siendo objeto de una exhaustiva investigación que pretende documentar todos aquellos eventos relevantes en su devenir histórico, para que en el futuro la pieza sea valorada para su conservación.
Emmanuel Lara Barrera, es el restaurador que presentó avances de su investigación “Una aproximación a la historia de vida de la rodela azteca “chimalli” del Museo Nacional de Historia”, refiriéndose que es uno de los cuatro que se conservan en el mundo, los otros tres están en Europa, uno en Viena y los otros dos en Alemania.
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Fuentes refieren que la rodela elaborada en el siglo XVI alrededor de la época del Contacto, realizada por los amantecas que trabajaban el arte de la pluma. El escudo fue confeccionado con materiales lujosos (en el contexto mesoamericano), como el jaguar, láminas de oro y plumas de aves de diferentes tonalidades y se cree que fue regalado por la elite mexica a Hernán Cortés.
Cabe destacar que el diseño y la riqueza del chimalli, dijo era un elemento primordial en la indumentaria militar de los aztecas, jugaban un papel fundamental para distinguir el rango militar y su uso estuvo regido por leyes que aseguraban un orden en el ejército azteca.
Lara Barrera explicó que el escudo mexica tiene varios faltantes como la parte de la piel de felino se desprendió, al igual que las láminas de oro y las plumas.
El restaurador dijo que la pieza guarda un estado delicado, por la misma naturaleza de los materiales que lo constituyen, por ello no está en exhibición y se resguarda en las bodegas del Castillo de Chapultepec.
Con información de INAH.