Cartagena (Colombia), 28 feb (EFE).- El argentino Sebastián Borensztein, quien presentó en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) su película "Un cuento chino", confesó en una entrevista con Efe que la Guerra de las Malvinas, ocurrida en 1982, marcó su vida y la de toda una generación de argentinos.

Y así se refleja en este filme, por el que Borensztein ganó recientemente el Goya a la mejor película iberoamericana, y en el que el protagonista, Roberto, formó parte de esos argentinos que combatieron en las Malvinas contra el Reino Unido.

Esa guerra cambió para siempre a Roberto, un solitario ferretero encarnado por el magistral Ricardo Darín, ya que al volver, su padre, un inmigrante italiano que había huido a Argentina a causa de la Segunda Guerra Mundial, había muerto tras ver su foto, fusil en mano, en la portada de un periódico.

"A mi no me tocó ir (a la guerra) por una cuestión nada más que del destino, pero tuve amigos que sí fueron y de alguna manera me impactó muchísimo vivirlo, entonces siempre pensé que era una asignatura pendiente poder hablar de ello y esta película me dio la oportunidad de hacerlo", explicó Borensztein.

Indicó que "aunque hubo mucha gente que en esa época miró para otro lado, generacionalmente, las de 1962 y 1963 son unas clases que de alguna manera tienen una marca", afirmó el director, nacido en 1963.

"Un cuento chino" se ha estrenado en Colombia en el marco del FICCI durante una proyección gratuita y al aire libre, en la que la organización transportó hasta el centro de Cartagena a vecinos de los barrios más desfavorecidos de esta ciudad caribeña.

Borensztein también opinó sobre la coyuntura actual, en que Argentina ha encontrado el apoyo de varios países latinoamericanos en la reclamación al Reino Unido de la soberanía de las Malvinas y la consiguiente movilización militar británica.

"Argentina reclama la soberanía de las Malvinas, que de hecho le pertenecen y no puede ejercer desde hace ya más de un siglo, y eso es un reclamo justo", indicó, al reconocer que este contencioso puede servir para distraer la atención de los problemas reales de ambos países, como ocurrió en 1982, en plena dictadura militar argentina y bajo una grave crisis económica en el Reino Unido.

Según Borenzstein, esto es especialmente claro en el caso británico: "me parece que ha sido una exageración mandar barcos destructores y misiles a un país que tiene cinco aviones, es una comedia (...), los ingleses están mucho más preocupados por armar una puesta en escena y una distracción porque tienen la economía en un panorama negro como el chocolate".

También reconoció problemas en la Argentina actual, pero hizo más hincapié en la de 1982, cuando su país fue derrotado por la Armada británica: esa guerra "fue causada por un régimen militar que necesitaba un elemento para unificar a la gente tras una causa común, para sostenerse en el poder porque la economía ya se había ido a la mierda", insistió.

"Entonces armaron esa aventura bélica disparatada", agregó.

En referencia al Goya que recientemente recibió de manos de la Academia Española de Cine, Borensztein señaló que "es un honor muy grande y un cierre de ciclo perfecto" para "Un cuento chino".

Ricardo Darín, protagonista también de "El secreto de sus ojos", fue el encargado de recoger aquel premio y lo dedicó, en nombre de Borensztein, a todos aquellos que han sufrido algún tipo de discriminación.

"En la Argentina hay un aspecto social que lo destruyó la dictadura militar y que es la solidaridad cercana con el otro, que se convirtió en un desconocido, sospechoso y peligroso, generando esta distancia entre las personas; así que de alguna manera nuestra sociedad tiene que recuperar la confianza", opinó Borenzstein sobre la Argentina actual.

Albert Traver