México.- La fundadora de la organización 'Nuestras hijas de regreso a casa', Norma Andrade, y la directora de Pan y Rosas, Francisca Daniela coinciden en el feminicidio en México se ha "naturalizado".

Andrade perdió a su hija, quien fue asesinada en Ciudad Juárez en diciembre de 2011, es una superviviente de dos atentados debido a su actividad para exigir justicia y contribuir de esa manera a terminar con la impunidad en el país.

Daniele es tajante: "el feminicidio se ha naturalizando de una manera aberrante", lo que confirman cifras de 2012 y 2013 que reportan el asesinato de 3,892 mujeres, de estos sólo 613 casos han sido investigados y de ellos, el 1.6 por ciento recibió sentencia, detalla un informe del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.

El 46 por ciento de los casos estudiados corresponden a asesinatos brutales como apuñalamientos, incineraciones, estrangulamientos o golpes; el 16 por ciento de las víctimas fallecieron de un balazo y del 38 por ciento restante, se desconoce la causa de muerte.

Andrade reconoce que México es el paraíso de la impunidad, consigna un reportaje de El País:

Danieña señala que cada tres horas con 20 minutos una mujer es asesinada y puntualiza que el feminicidio es un crimen de Estado, pues éste ha sentado las condiciones para que se "produzca y se reproduzca impunemente la violencia contra las mujeres" mediante la imposición de roles que garantizan la opresión, por un lado se considera a las féminas mercancías desechables y sexuales a diario.

A ello se suma la participación de las autoridades en la desaparición de pruebas, la manipulación de datos y en el sesgo que toman sus propias investigaciones: "se limita a poner en cuestión la forma de vida de las víctimas de feminicidio", puntualiza la abogada.

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Las ciudades donde la violencia contra las mujeres se expresa de manera más cruda es Ciudad Juárez en Chihuahua y el Estado de México, estado que se ha posicionado como líder de asesinatos y desapariciones de manera apubullante.

Las mujeres son víctimas de redes de trata, carencia de policía eficaz, impunidad y una cultura machista, factores que explican el incremento de los feminicidios hasta un 155 por ciento de 2007 a 2012.

La mayoría del periodo coincide con el mandato del actual presidente Enrique Peña Nieto, quien entonces era gobernador de la entidad más poblada del país de 2005 a 2011.