El sindicato United Auto Workers (UAW), que representa a los trabajadores de las plantas de los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos (Ford, General Motors y Stellantis) ha intensificado su huelga, ya que unos 8,700 trabajadores se han sumado al paro.

Ahora, los trabajadores de la fábrica de Ford en Louisville, Kentucky, que ensambla Super Duty, Expedition y Lincoln Navigator, han decidido sumarse a esta huelga que está marcando historia no solo en la industria automotriz estadounidense, sino en el país en general.

La decisión del sindicato de hacer huelga en la planta, que es la más grande de Ford en términos de empleo e ingresos, es una importante escalada de las huelgas selectivas de la UAW.

Las empresas automotrices se niegan a ceder

Una fuente de Ford dijo que el sindicato notificó a la compañía que quería una nueva contraoferta económica, seguido de una convocatoria para una reunión con todo el comité de negociación de la empresa y el sindicato. Según las fuentes, la reunión duró menos de 10 minutos antes de que el presidente de la UAW, Shawn Fain, dijera: perdió la planta de Kentucky.

De esta forma, la huelga se convocó después de que Ford se negara a seguir negociando. Sin duda, esta medida marca una nueva fase en la huelga del UAW.

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Una fuente del sindicato con conocimiento de las conversaciones dijo que la compañía no estaba dispuesta a adelantar aumentos salariales y de beneficios en el acuerdo, lo que provocó que la huelga se intensifique.

Ford calificó el anuncio del UAW de “extremadamente irresponsable” y advirtió que la extensión de la huelga “tendrá consecuencias dolorosas” principalmente en otras ramas de la empresa, así como en sus proveedores.

Con el paro de la planta de Ford en Kentucky, ya son casi 34,000 trabajadores, alrededor del 23 por ciento del total, los que están en huelga desde hace cuatro semanas en Ford, General Motors y Stellantis.

Los trabajadores exigen salarios más altos y mejores beneficios

Básicamente, las discusiones giran principalmente en torno al ritmo de aumento salarial, el sindicato pide alrededor del 40% en cuatro años, mientras que Ford ofrece hasta el 23% y GM y Stellatins brindan un 20%.

Además de salarios más altos, la UAW pide una semana laboral más corta, el restablecimiento de los beneficios de pensión y una mayor seguridad laboral a medida que los fabricantes de automóviles recurren a los vehículos eléctricos.