México.- Después del choque de trenes ocurrido el pasado 19 de mayo, en Orizaba, debido a un presunto sabotaje para saquear su carga; la empresa Ferrosur y el Gobierno de Veracruz reforzaron la vigilancia en la zona, gracias a lo cual no se han vuelto a registrar más robos ni descarrilamientos, sin embargo, los trabajadores ferroviarios aceptan que están trabajando con miedo, sobre todo en el llamado "Tramo Rojo”.

"Ya no podemos trabajar […] salimos a trabajar por necesidad”, reconoció un trabajador de Ferrosur, en entrevista con el noticiero En Punto, de Televisa.

El llamado "Tramo Rojo” va del municipio de Orizaba, en Veracruz, al municipio de Cañada Morelos, en Puebla, zona donde operan bandas criminales dedicadas al robo de hidrocarburo y trenes.

“Nos bajan con armas de fuego, ya no se puede trabajar […] Luego, luego llega la gente, llegan camionetas, llegan carros, llegan a abrir los contenedores, abrir los furgones, a robar”, comentó un trabajador.

Los conductores, maquinistas y garroteros viajan con miedo, más después del choque de trenes en Orizaba, presuntamente provocado por la banda criminal de "El Bukanas”, el pasado 19 de mayo.

“Respetamos muchísimo que todavía quieran seguir trabajando, tienen el compromiso con la empresa […] Han sido algunos secuestrados, por horas pero han sido secuestrados, y amenazados […] Les llegan amenazas a sus domicilios”, reconoció Lourdes Aranda, encargada de Relaciones Gubernamentales y Comunicación de las emrpesas Ferromex y Ferrosur.

El gobierno de Veracruz y Ferrosur reforzaron la vigilancia en el “Tramo Rojo”. El tren sale de la estación orizaba y varios policías se instalan en la parte trasera. Cada que observan a un grupo de hombres cerca de las vías se alertan y los vigilan. Algunos podrían ser integrantes de las bandas que suben a cortar las mangueras de los frenos para saquear al tren más adelante.

Por seguridad, la tripulación viaja a 30 kilómetros por hora, de manera que si los delincuentes logran descarrilarlos, el impacto sea menor. Los uniformados aprovechan las curvas para constatar que nadie se haya subido más adelante.

Cuando el tren ingresa a la zona montañosa, los elementos vigilan las partes altas. También, apuntan arriba con sus armas de fuego, antes de entrar a un túnel. Lo mismo ocurre al salir: vigilan cuando pasan a lado de un "intermodal", que es el tipo de tren más codiciado por los criminales, ya que transporta mercancía diversa.

Cuando el tren se aproxima a los límites de Veracruz con Puebla, aparecen cada vez más elementos en las vías. 

Los criminales han descarrilado al menos siete trenes en el último mes. Los restos de los ataques se observan en el “Tramo Rojo”, al pasar por Acultzingo, Veracruz, bastión de Roberto de los Santos, alias “El Bukanas”, el huachicolero y asalta trenes más buscado de la federación. De un momento a otro, aparecen los niños halcones.

“Son chamacos de 15, 14 años los que ponen aquí a la orilla de la vía”, indicó un trabajador de Ferrosur.

También aumenta la presencia de uniformados, tanto en las vías, como en las casetas de vigilancia. El tren llega a Puente Colorado, Puebla. Los policías de Veracruz bajan y a partir de este punto le toca la vigilancia a los uniformados poblanos. La tripulación continua con su camino, apenas van a la mitad del llamado “Tramo Rojo”.